Test Drive | Page 307

dotor Helguera le dijo a mi viejo vea don Salerno o deja de fumá o se muere en sei mese. —Y tu padre? —Mi padre? Qué te creé, vo. Mi padre era duro como fierro. Dejó de fumá y sansecabó. Así son lo hombre, no esto tirifilo de ahora que te dicen que si pueden, que si no pueden, que sí, que no, que el cigarrillo, que no el cigarrillo, que el vicio, que no el vicio. Todo manflora. —Manfloras? —Cuando sea má grande lo va a sabé. —Así que dejó de fumar. —El finado e mi viejo era de una sola palabra. Hasta que murió no volvió a tocá un toscano. —Toscano? —Ma sí, Nacho. Toscano. O te pensá qu'iba a fumá rubio con filtro, como esto marica. En casa nunca entró ni tabaco rubio ni bebida dulce. Palabra. Nacho ardía por volver a hablar de los hipopótamos. —Pero decime, Carlucho, si no hay zoológicos, adónde van a ir los chicos a ver los animales? —Adónde? A ninguna parte. —Y cómo, a ninguna parte? Así que no hay que ver más animales salvajes? —No, señor. Nadie se va a morí porque no vean un león enjaulado. Un león tiene que está a la selva, tiene que está. Con su padre y con su madre, si é cachorro. O con su leona si é grande, y su hijo. Y a lo tipo que lo cazan yo lo metería a su lugar, en lo zoológico. A vé, que coman manise a la jaula. Van a vé. Nacho lo miró. —A vo te gusta conversá conmigo, no é así? —Sí, claro. —Y bueno, lo animale también conversan, qué te cré. O pensá que porque dan rugido no conversan? Vo sabé lo que é un oso que está a la jaula, dale que dale, siempre la misma vuelta, de aquí pallá, de allá paquí, siempre lo mismo, siempre solo, siempre pensativo? Se quedó mirando el techito verdoso. —Parece mentira que nadie se dé cuenta. Después de un tiempo prosiguió: —A mí me gusta hacé esperimento. Sabé lo qu'hice un día? Una sonrisa anunciaba que aquel experimento había sido decisivo. —Sabé lo qu'hice? Me fui ál zoológico a eso de loración. —Cómo, aloración? 307