Test Drive | Page 180

fuego. Después de 5 horas y media pasó el camión, pero el Che, que debía con su M.2 hacer el primer disparo no lo hizo, y así pasó sano y salvo. Sabés por qué? Pareció esperar la respuesta de su amigo, que no dijo nada. —Me oís? O te has dormido? —Sí, Palo, oigo todo lo que contás. —Sabés por qué? Porque en la parte de atrás venían sólo dos soldados, dormidos y envueltos en una frazada, al lado de los chanchos que llevaban. Eran dos soldaditos, nos explicó el Che, y estaban dormidos. Te parece que fue una debilidad, Marcelo?. —Yo... —Esa noche, alrededor del fogón, nos explicó que una actitud como ésa tal vez podía ser considerada como una debilidad y que debilidades de ese tipo en algún momento podían ser fatales para la guerrilla. Pero ahí vino una vez más lo del hombre nuevo. Matar a mansalva a dos soldados indefensos y dormidos e inocentes, porque al fin y al cabo combatían obedeciendo órdenes, era realmente una debilidad? Se podía crear ese hombre nu evo por el que luchábamos sobre la base de atrocidades como ésas? Se podían alcanzar fines nobles con medios innobles? Es algo difícil. Vos sabés que muchos después lo criticaron por eso. —Quiénes? —Y, qué sé yo... revolucionarios más duros, más realistas... se dice así? Yo oí muchas veces esa clase de críticas al Che... idealista pequeño-burgués, decían, cosas por el estilo. Una vez tuve que encajarle una trompada a un individuo que dijo eso despectivamente. Me le fui encima. Creo que lo habría matado... sólo yo sabía ahí en esa reunión quién era el Che Guevara, y me hirió oír esas cosas, gente que jamás habría hecho ni la milésima parte de lo que fue capaz de hacer el Che... Pero te digo, yo no sé, yo no soy una persona instruida... Él que me dijo eso era un comunista que conocía mucho de Marx y de Lenin. Eso no es marxismo-leninismo, dijo. Vos qué crees? Es así? Marcelo, como siempre, tardó en contestar: —Yo no soy nadie para hablar de marxismo-leninismo... Pero creo que el Che tenía razón... —Yo también. Y que si combatíamos era precisamente para que no hubiese hombres capaces de tirar desde la sombra contra dos pobres muchachos dormidos que iban a la muerte sin saber por qué. En su Diario, lo leíste? —Sí. —En su Diario dice que no tuvo coraje para tirarles. Pero vos sabés que lo que le sobraba al Che era el coraje. Quiere decir otra cosa. Lo que pasa, además, es que cuando formás parte de un grupo de guerrilleros en la selva hay sentimientos que la gente de la ciudad no puede comprender. Cuando a Turna lo hirieron en el 180