Test Drive | Page 175

—Mi provisorio pésame. —Mi interesado pésame. Con lo cual Quique dijo basta explotadoras, típicas expresiones de la dolce vita, que ya van a ver cuando vuelva el peronismo, y voy a cumplir con mis deberes de Caballero de la Prensa. Tengo que averiguar si es que entre Mirtha Legrand y Bonavena hay romance o si como ha repetido Mirtha "entre Ringo y yo no hay más que una buena amistad". NO, CÓMO MARCELO PODRÍA PREGUNTARLE NADA? Fue él quien habló, quien necesitaba hablar, con su acento tucumano, y con vergüenza le dijo te he mentido, mi nombre no es Luis, es Nepomuceno, y después de un silencio, sonrojándose, Marcelo murmuró algo que quizá quería significar vos nada tenés que contarme. Pero tampoco lo llamaban Palito, tal vez porque era tucumano y aindiado como el otro, el que cantaba en la radio, y sobre todo porque era así "ves"?, preguntó levantándose un poco el pantalón, con timidez, con una pequeña sonrisa como de culpa, mostrándole las patitas esqueléticas, la piel casi pegada a los huesos, porque aunque ya eran muchos los días que vivían juntos siempre se las había arreglado para no desnudarse delante de Marcelo o en plena luz. Habían sido ocho hermanos en el ranchito, con la madre que también lavaba para afuera, al padre no lo mencionó, acaso estaba muerto, acaso trabajaba lejos, y todo eso, pensaba Marcelo, para justificar lo de las patitas ridículas. Tomaban mate en silencio. —Tengo muchas cosas que contarte, Marcelo, necesito que sepas. —Yo... —El Che, el Comandante Guevara. Marcelo se puso aún más nervioso, sentía vergüenza, tuvo repentinamente la intuición de lo que oiría y se consideraba inmerecedor. —Estuve allá, hice toda la campaña, logré escapar con el Inti, pero tuve más suerte que él. Después se calló y esa tarde no se habló más. Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos. Aquí 175