hacer una novela con Platón de personaje a menos que liquidáramos buena parte
de su espíritu. La novela de hoy, al menos en sus más ambiciosas expresiones,
debe intentar la descripción total del hombre, desde sus delirios hasta su lógica.
Qué ley mosaica lo prohíbe? Quién tiene el Reglamento absoluto de lo que debe ser
una novela? Tous les écarts lui appartiennent, dijo Valéry con asco reprobatorio.
Creyó que la demolía y lo único que hacía era elogiarla. Pedazo de racionalista! Y te
digo novela porque no hay algo más híbrido. En realidad sería necesario inventar un
arte que mezclara las ideas puras con el baile, los alaridos con la geometría. Algo
que se realizase en un recinto hermético y sagrado, un ritual en que los gestos
estuvieran unidos al más puro pensamiento, y un discurso filosófico a danzas de
guerreros zulúes. Una combinación de Kant con Jerónimo Bosch, de Picasso con
Einstein, de Rilke con Gengis Khan. Mientras no seamos capaces de una expresión
tan integradora, defendamos al menos el derecho de hacer novelas monstruosas.
Volvió a reacomodar las piedritas, de nuevo en forma de R.
—Sólo en el arte se revela la realidad, quiero decir toda la realidad. Y nos vienen a
decir que esta mitificación del arte es reaccionaria, anticuada, que es del siglo
XVIII, de los románticos. Por supuesto. El genio protorromántico de Vico ya vio
claro lo que todavía mucho tiempo después otros pensadores no alcanzaron a
comprender. Él empieza lo que después harán Jung y, de modo paradójico, porque
venían del cientificismo, Lévy-Bruhl y Freud. Las ideas del romanticismo alemán
fueron olvidadas o despreciadas por esta cultura pretenciosa. Entonces hay que
sacarlas a relucir. Schopenhauer dijo que hay momentos en que la reacción es
progreso, así como el progreso es reacción. Hoy, el progreso consiste en reivindicar
esa idea vieja. Los filósofos del romanticismo alemán fueron, después de Vico, los
primeros que vieron la cosa con claridad. Como también intuyero