Estábamo al Pergamino, me recuerdo como si fuera hoy cuando Lobandi me dijo
Carlucho éste é tu oportunidá y yo casi me muero. Tuve quir a un rincón oscuro pa
que nadie me viera llorá. La gran ilusión de mi vida. Así empezó lépoca má
importante de mi vida.
Carlucho se ha puesto de pie y empieza a iluminarse en el crepúsculo, mientras un
mágico resplandor se desprende de su malla blanca como la nieve. Ahí están los
cinco hermanos Lopresti, poderosos y radiantes bajo los focos de color. Ya se
trepan con gracia y poderío sobre los hombros de hierro de Juan Lopresti. Y
mientras se va construyendo la Pirámide Humana sobre sus hombros hercúleos, el
redoble del tambor va haciéndose dramáticamente tenso hasta llegar a la cúspide.
Luego, uno después de otro, van saltando los hombres que la formaban, mientras
el redoble del tambor se atenúa hasta desaparecer. Ahí están ahora todos alineados
y saludan con gracia al público que los aplaude y luego la luz empieza a apagarse y
el circo vuelve a ser el quiosco de diarios y cigarrillos y Carlucho vuelve a ser el
hombre vencido por los años y las tristezas, como si un formidable resorte se
hubiese aflojado en su interior.
—E, sí, Nachito... Aquello fueron tiempo maravilloso... Y aquello grande circo se
fueron pa no volvé nunca má...
Nacho lo miró largamente y el silencio se hizo cada vez más hondo. Luego, aunque
lo sabía, una vez más pregunta por qué dejó el circo.
—Estábamo a Córdoba cuando me lesioné lespinaso.
Su voz se quebró y durante un rato sorbió el mate.
—Lobandi me dijo vo Carlucho aquí siempre tendrá trabajo, pero yo le dije gracia
don Lobandi pero prefiero irme. Porque yo trabajo de pión, como de lástima, no iba
a hacé. Así que me vine pero tampoco quería que me vieran al pueblo y entonce
Custodio Medina me dijo venite conmigo al frigorífico...
Acomodó algunos periódicos, emparejó la fila de los chocolatines y trató de que
Nacho no le viera la cara. Ambos quedaron silenciosos, cada uno vuelto hacia su
propio interior. La oscuridad ahora era casi total: la noche había bajado en puntas
de pie.
LOS SUEÑOS DE LA COMUNIDAD
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