—Cuando no veía mi viejo. Prendía lo farole, llevaba ensere, cosita, bah. Ya me
gustaba el circo y me quería í.
—Y te fuiste con don Fernández?
—No, cómo miba a í si apena tenía 13 años, si soy e la clase el 3... Y ademá al
pobre don Jesú le fue tan mal que no sacó ni pa lo gasto. Mi viejo le pasaba un
poco e carne y ello compraban galleta y así tiraron uno cuanto día, pero no había
nada quehacé, vinieron con mala pata. Así que cuando levantaron la carpa no
tenían lo 50 nacionale del alquilé y entonces don Fernande le quiso dejá al viejo el
rifle que tenía pal número de puntería, pero el tata le dijo no don Fernande usté se
lleva el rifle, cómo lo voy acetá si é pa un número. Así que se fueron y nunca má lo
vimo. Una ve, cuando yo trabajaba al circo e lo hermano Rivero, en el Pergamino,
supe que al fin se fundieron, vendieron la lona, el fusil y la chata, doña Esperanza
se había muerto e una pulmonía doble, Marialú y el tío habían conseguido conchabo
al circo Fassio, que andaba pol lao e Chacabuco y don Fernande estaba entregao a
la bebida, y por eso no podía hacé ni el número el cuchillo ni el número e la
puntería.
Carlucho se quedó pensativo. Luego Nacho le dijo que ahora le contara cuándo se
fue con el circo. Una tímida y soñadora sonrisa apareció en la cara de Carlucho y
contó:
—Qué tiempo, Nachito, qué tiempo... Pa serte sincero, é lépoca que má recuerdo,
lépoca má linda e mi vida. Fue pal 22, yo estaba pionando a la estancia María
Unzué Dalviar, pero cuando supe que había llegao el circo del Toni Lobandi bajé pal
pueblo. Nelia Nelki aparecía vestida de hombre a un caballo blanco que arrastraba
una cola larga que llegaba hastal suelo. Y despué aparecía el Toni Lobandi, que
nunca hubo otro como él, se trepaba al caballo por la cola y mientra el caballo daba
vuelta al compá de la música se iba sacando 25 chaleco e colore. Y Scarpini, el
famoso claun argentino... Y despué había un número bárbaro en una jaula que
abarcaba todo el picadero con un lión africano en libertá, el domador y un caballo
negro como el carbón... Y despué venía la famosa Pirámide Humana de lo hermano
Lopresti... Así que yo dije me voy con el circo y que sea lo que Dio quiera.
—Y te pusieron en la Pirámide Humana?
—Ma no, Nacho. Cómo miban a meté a la Pirámide si yo no sabía hacé nada? Qué
te cré vo que son lo circo? Un circo é una cosa muy seria. Así que me conchabaron
de pión. Limpiaba la bosta e lo caballo, barría la carpa, un poco e todo, te podé
imaginá. Un pión de patio, bah. Pero cuando había función y me ponían el uniforme
con alamare dorado y el kepi, no colocaban en do fila a lo costado, como un
corredor, y por el corredor venía lo atleta, lo caballo, lo perro amaestrado, lo toni.
Despué, como vieron que yo aprendía rápido y tenía cuerpo entré a formá parte de
la Pirámide. Pero despué de tré año, cuando murió uno de lo hermano Lopresti.
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