Test Drive | Page 109

—Yo no me empeño en nada. Exijo pruebas, no gauchadas. Además no he dicho que no crea en la videncia. Te dije que hasta hoy no he tenido ninguna prueba concluyente. Que alguien pueda ver lo que está en otro cuarto, es posible. Pero el futuro... Lo que pasa es que muchas veces se considera futuro lo que es presente. —Cómo. —Muy fácil. Cuando le predijeron la cátedra a tu hermana, por ejemplo. —Y qué, no se la dieron? —Sí, pero YA se la habían dado. No comprendés? —Cómo ya? —Cuando ese vidente se lo dijo, la decisión ya estaba tomada: en la cabeza del ministro, por ejemplo. Y en cuanto a esto de Lalo, no considero la prueba como concluyente. Me inclino más bien a pensar que el turquito se vengó, que inyectó la idea del accidente en el Peque y los otros, para que gritaran. —Así que cada vez que alguien te grita al lado vos te matás. —Creo que ya podés terminarla, querida Beba. —En definitiva, querés hablar con Saleme, sí o no? —No. Cómo voy a tener interés en hablar con un sujeto que te dice que esa misma tarde te va a matar un coche? —Qué clase de científico sos que tenés miedo de hablar con alguien que puede hacerte cambiar de opinión. —Yo no rehúyo los cambios de opinión, rehúyo la gente que no me gusta. Arrambide se levantó, estiró las mangas de su camisa, se ajustó la corbata, se sirvió otra copa y comentó: —Y usted, Sabato, no ha dicho una sola palabra. Frunciendo el ceño, S. respondió en voz muy baja: —Dije que estaba presente cuando Saleme predijo la muerte. —No, me refería al problema general. —Malas o buenas, mis ideas son bastante conocidas. Hasta publiqué un ensayo. Una teoría. —Una teoría? Qué interesante. Aceptando las premoniciones, supongo. —Eso es. —Muy raro, tratándose de un físico. —Ex físico. —Para el caso es lo mismo. Se ha pasado años estudiando relatividad, epistemología. —Y qué es lo raro? —No sé... Su silencio, su actitud. Da la impresión de que está muy en desacuerdo conmigo. Ha renegado de sus estudios matemáticos? 109