nacimiento, que al ser formulado lo hunde más en la depresión que comenzó a
anunciarse con el dolor en el brazo. Pero las cosas no terminan ahí, como ya lo
tenía previsto, en virtud de una larga experiencia:
Después de innumerables tanteos y fracasos, elegido que fue el señor Ralph Morris
para la tarea de traducir HÉROES Y TUMBAS al inglés, y después de casi diez años
de conflicto con Heinemann de Londres, por el mismo asunto, resulta que la
muestra aprobada no fue hecha por dicho señor Morris, como lo revelan los
capítulos que va enviando. Hay que rechazarlo. Pero, y el contrato con HOLT &
RINEHART? El asunto Heinemann retardó diez años la salida del libio en inglés y
ahora este otro amenaza con retardar varios años más su salida en New York.
Mientras cavila en la posibilidad de que todo esto tenga que ver con los Ciegos (uno
de los que intervino como entusiasta lector de la prueba de Morris se llama Augen!)
se producen innumerables cartas de:
Sabato a Morris
Morris a Holt
Holt a Morris y Sabato
Morris a Sabato y Holt
que después de turbias, molestas y tristes negociaciones terminan con la tarea, y
con la promisoria amistad, del señor Morris, con la versión en un tiempo que no
puede calcularse y con parte de la confianza de los editores Holt, que ahora
piensan, seguramente, que nadie podrá traducir esa novela al inglés.
En el transcurso de este proceso, el profesor Egon Pavelic le confirma que la
traducción servo-croata del doctor Schwarz tiene defectos groseros y en muchos
casos demoledores. Sabato hace saber en parte las observaciones de Egon Pavelic
a
la
editorial
ATENEUM,
la
editorial
hace
conocer,
evidentemente,
esas
observaciones al señor Stefan Andric, quien inmediatamente pone en marcha una
poderosa maquinaria de cartas a críticos, periodistas, profesores y amigos sobre su
versión, sus méritos literarios y personales, sus sacrificios y su dedicación, así como
sobre los defectos morales, intelectuales y físicos del señor Sabato.
Casi al mismo tiempo, el doctor Luchting manda una nueva requisitoria contra la
editorial, y amenaza con abandonar la traducción de los ensayos si
LIMES
no cede en
sus exigencias. Cartas correlativas de Sabato a Luchting y a la doctora Schlüter,
aclaraciones, recriminaciones bilaterales y trilaterales, entre el Dr. Luchting y la
editora, entre la editora y el autor, entre el autor y del Dr. Luchting y entre éste y
la editora, en el curso de varias semanas, que para Sabato se complica con el
entierro de K., una reunión en casa de Besaldúa, donde P. afirma que Sabato ha
olvidado definitiva y significativamente a sus amigos, una tremenda discusión a
causa de algo que H. dice que G. dijo a propósito de la aclaración que Sabato se
negó a hacer, una carta a la revista RAZÓN Y FÁBULA, de Bogotá, rectificando las
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