inseguridad cósmica ni soledad ni alienación. De este modo, Europa inyectó en el
relato legendario o en la simple aventura épica la inquietud psicológica y metafísica,
para producir un género nuevo (ahora sí que debemos emplear ese calificativo!)
que tendría como destino la revelación de un territorio fantástico: la conciencia del
hombre.
Dijo Jaspers que los grandes dramaturgos griegos ofrecían un saber trágico, que no
sólo emocionaba a sus espectadores sino que los transformaba, convirtiéndose así
en educadores de su pueblo. Pero luego, sostiene, ese saber trágico se transmutó
en fenómeno estético, y tanto el poeta como su auditorio abandonaron su grave
actitud primigenia para proporcionar imágenes sin sangre. Esto no es cierto, porque
una obra como EL PROCESO no es menos grave que EDIPO REY. Pero es cierto, en
cambio, para el arte que en cada momento de refinamiento se convirtió en simple
manifestación del esteticismo y del bizantinismo. Es a la luz de esta doctrina que
debés enjuiciar la literatura de nuestro continente.
ESOS SUEÑOS ME VOLVERÁN LOCA
le decía, mirándolo fijamente, como intentando descifrar sus designios callados. Sí,
sí, le respondía, ya me ocuparé, no tengas miedo.
El homúnculo la miraba desde su frasco, con expresión pavorosa. Había que dejarlo
salir? Pero y el gusano negro, el diablo negro que saltaba hacia la cara de M.
cuando Ricardo operaba su vientre?
Las dos posibilidades eran temibles, y sus vacilaciones se eternizaban. Mientras
tanto, los papeles de R. aparecían misteriosamente, como negros sarcasmos que
llegaban desde escondrijos recónditos. Los "dejaba" en lugares inesperados, pero
que seguramente él tendría tarde o temprano que visitar o escrutar. Ahí estaban,
por ejemplo, esas pocas palabras, venenosas, con su letra irregular, casi ininteligible: "Andá a juntarte con el matrimonio Sartre-Simone de Beauvoir. Buena
gente".
DIFERENTES CLASES DE DIFICULTADES
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