Oesterheld, Héctor – El Eternauta y otros cuentos de ciencia ficción
lugares de los Estados Unidos contra el Gran Buenos Aires han sido
interceptados en su totalidad...
Ninguno consiguió llegar a destino. ¿Cómo han hecho para destruirlos en
pleno vuelo?
—Los Ellos disponen de un aparato que lanza un haz sumamente poderoso.
Seguro que tiene un alcance fantástico —explicó Favalli—. Desconozco la
naturaleza del haz, es posible que sea un amplificador de luz, algo así como el
láser: tres veces vi explosiones atómicas, muy en la estratosfera. Seguro que
eran los cohetes intercontinentales interceptados por el haz...
—También yo los vi—corroboré, estremeciéndome de sólo pensar que aquel
haz en lugar de ser empleado contra cohetes intercontinentales fuera utilizado
para barrer nuestra posición.
—Si usted me permite, un consejo, señor —Favalli se encaró con el capitán
que seguía escuchando con los auriculares—.Yo, en su lugar, emprendería a
hora mismo la retirada. Por más eficaces que sean sus armas, por más bien
adiestrados que estén sus hombres, señor, esta posición es totalmente
insostenible si los Ellos se deciden a atacar en forma.
—De acuerdo... De acuerdo... —el capitán silenció con el ademán a Favalli y
siguió escuchando durante unos segundos; luego, quitándose los auriculares,
agregó—: Creo que es demasiado larde... Según el radar, hay varios objetos
que,