Oesterheld, Héctor – El Eternauta y otros cuentos de ciencia ficción
—Sí. La nevada llegó también a los Estados Unidos... Pero en algunas partes
su efecto mortífero logró ser neutralizado desde el primer momento... Fue así
como grandes áreas superpobladas lograron salvarse: Pittsburgh, Nueva York,
Boston, San Francisco... Casi todas las grandes ciudades se salvaron; claro que
con lógicos desastres en la zona suburbana. Pero en la gran mayoría del país
las cosas no anduvieron tan bien: el oeste y el centro han dejado
prácticamente de existir. Es, con mucho, el mayor desastre de la historia de la
nación. La economía toda está paralizada, se vive de las reservas...
—¿Y Europa?¿Y el resto del mundo?
—Rusia está más o menos igual que nosotros: las grandes áreas urbanas
pudieron ser protegidas, pero la mayor parte del país ha sido arrasada. África,
Asia, fuera de Tokio y alguna otra ciudad del Japón, no cuentan ya para nada.
Han muerto cientos de millones de personas; como en Sudamérica, más o
menos... En muchas partes la nevada no fue total, cayó como en manchones,
pero puede decirse que en todo el mundo han perecido dos tercios de la
población... Muchos en el primer momento de la nevada, otros en los
desastres subsiguientes. Hay hambre, habrá lucha salvaje entre los
sobrevivientes en más de un lugar...
—Dos tercios de toda la población del mundo aniquilados