La basura. Ésta se deposita sobre el suelo de manera indiscriminada y altera las
propiedades físicas y químicas del mismo, además de destruir la cubierta vegetal natural y
ocupar lugares que se requieren para actividades más productivas para la vida.
Los fertilizantes. Al agregarse al suelo de manera anárquica, sin tomar en cuenta los
verdaderos requerimientos de dichas sustancias, los excedentes se infiltran y llegan hasta
los mantos acuíferos subterráneos, contaminando los manantiales que alimentan los ríos.
Los plaguicidas. Son sustancias químicas no biodegradables que envenenan no sólo a las
plagas, sino a toda la fauna edáfica y a las aves que se alimentan de ella y que pueden
llegar a dañar al humano.
Los herbicidas. Se usan para el control de malezas o el exterminio de plantíos no
deseables como amapola y marihuana. Son compuestos químicos de elevada toxicidad,
permanecen en el suelo durante muchos años y al contaminar el agua o ser absorbidos por
plantas comestibles pueden ser muy peligrosos para el ser humano.
Los detergentes. Estos productos contaminan los suelos irrigados con aguas negras,
matando la microfauna y la microflora del suelo o induciendo su proliferación, con lo que
disminuye el oxígeno edáfico y se produce putrefacción masiva que deteriora los suelos
agrícolas.
Algunas industrias contaminan directamente el suelo; por ejemplo: las tabiqueras, que
utilizan grandes cantidades de tierra apta para labores agrícolas, además de alterar con sus
desechos el espacio circundante.
Los residuos de actividades mineras o jales vuelven estériles extensas zonas, como ocurre
en las inmediaciones de Pachuca y Zacatecas.
Contaminación atmosférica
La contaminación atmosférica se debe a la modificación cuantitativa de los componentes de
dicha capa: el aumento de alguno de sus elementos (bióxido de carbono, ozono o peróxido
de nitrógeno); la adición de compuestos extraños (partículas radiactivas, plomo, azufre o
sustancias volátiles); o la combinación de ambos.
El contaminante que más abunda es el monóxido de carbono (CO), el cual proviene del
vulcanismo, fermentaciones anaerobias, incendios forestales o combustión de motores de
gasolina. El dióxido de carbono (CO2) es un componente normal de la atmósfera, pero su
proporción ha aumentado de manera alarmante debido al enorme consumo de energéticos
fósiles.
La acumulación de gases, al combinarse con las nieblas del periodo invernal, produce el
llamado esmog, que constituye un serio problema para las grandes ciudades modernas.
Otros contaminantes atmosféricos son los muy tóxicos óxidos de nitrógeno (NO y NO2) y de
azufre (S02 y S03).
En el Distrito Federal, la composición del esmog varía en cada zona: en el centro, los
principales contaminantes son el CO, C02 y N02 por la gran cantidad de automóviles que en
él circulan; en el norte y oriente predominan los humos industriales; y en el occidente hay
una mezcla de todos por la acción de los vientos.
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