Las partículas sólidas también contaminan la atmósfera. Sus fuentes naturales son los
volcanes activos y la ausencia de vegetación en el suelo.
Las partículas sólidas de origen antrópico se deben a la actividad minera, la quema de
combustibles fósiles y las industrias petroquímicas, de asbesto, cemento y metalúrgicas.
Para reducir la contaminación que proviene de las fuentes naturales, se realizan campañas
para la reforestación y la prevención de incendios forestales.
Con el fin de abatir la contaminación por fuentes fijas, se han establecido normas que las
industrias deben seguir para disminuir sus emisiones.
Asimismo, para atenuar la contaminación por fuentes móviles en el Distrito Federal y su
área conurbana, se ha establecido el programa obligatorio de revisión semestral de
automóviles y la disposición para los modelos antiguos de no circular un día de la semana.
Pese a todas las medidas arriba mencionadas, el problema no se ha resuelto y aún queda
mucho por hacer.
El cambio global
Consiste en la alteración del ecosistema de nuestro planeta a gran escala y en un periodo
corto.
Es un fenómeno complejo, producto de la expansión social y tecnológica a gran escala. Sus
consecuencias son muy variadas, como la destrucción de la capa de ozono y el efecto de
invernadero, lo que ha ocasionado cambios climáticos mundialmente.
Destrucción de la capa de ozono
La capa de ozono constituye el escudo estratosférico que nos protege de la radiación
ultravioleta, pue s actúa como filtro de esta radiación. Su destrucción es producida por la
acumulación de gases que reaccionan con las moléculas de ozono disociándolas y
produciendo ventanas en la capa de ozono, por donde penetran los rayos ultravioleta, que
pueden ocasionar cáncer en la piel y destrucción del fitoplancton de mares y océanos. Entre
estos compuestos están los clorofluorocarbonos, el tetracloruro de carbono, los halones, y el
metilcloroformo. Los clorofluorocarbonos (CFC), liberados por los aerosoles utilizados en
cosméticos, perfumería, refrigeración y solventes industriales, son considerados los
productos químicos más destructivos para la capa de ozono.
Los clorofluorocarbonos que se vierten a la atmósfera ascienden con lentitud y necesitan
varios años para llegar a la estratosfera. Por tal razón se desconoce la proporción exacta de
su existencia en la estratosfera, pero se sabe que se producen 80000 toneladas anuales de
CFC, cuyo efecto, a largo plazo, puede ser letal.
El efecto de invernadero
Los cambios climáticos son una de las manifestaciones más destacadas en el planeta, cuyas
causas son las alteraciones en la composición química de la atmósfera; sus consecuencias se
amplifican por las interacciones entre el clima, la biota y el ciclo hidrológico, lo cual
desencadena el cambio global.
Los gases de invernadero son principalmente el vapor de agua, el bióxido de carbono (CO2),
el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O) y los considerados indirectos por contribuir a la
formación atmosférica del ozono: monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx) y
compuestos orgánicos volátiles no-metano (COVNM). En las últimas décadas a éstos se les
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