Existen dos tipos de contaminación: la natural y la antrópica.
La contaminación natural es producto de mecanismos y fenómenos naturales; es reciclable y
permite el restablecimiento del equilibrio ecológico. Por ejemplo: emisiones volcánicas,
cenizas de incendios forestales y polvos de tolvaneras.
La contaminación antrópica es producto de la actividad humana y puede provocar daños
irreversibles en los ecosistemas.
Fuentes emisoras de contaminantes antrópicos
Cualquier actividad humana libera residuos que pueden ser contaminantes. Las actividades
humanas generadoras de contaminantes se han clasificado en: domésticas, industriales, y
agrícolas, cada una de ellas con una cantidad y calidad de contaminantes diferente.
Actividades domésticas
Las actividades domésticas son emisoras de contaminantes, pues el uso de detergentes y
productos químicos altera la calidad del agua de desecho de los hogares, y el uso de
combustibles (gas, petróleo o leña) para cocinar arroja contaminantes al aire, pero el
contaminante de mayor importancia de origen doméstico es la basura.
La solución al problema de emisión de contaminantes por actividades domésticas es muy
compleja y requiere la elaboración de programas de clasificación de desechos sólidos, para
separar los biodegradables de los reutilizables y los desechables. Asimismo, eliminar hasta
donde sea posible el uso de detergentes y materiales de limpieza o insecticidas no
biodegradables, y racionalizar el uso de energéticos. Se empiezan a instalar modelos de
casas ecológicas en el ámbito experimental, que funcionan con energía solar y representan
ecosistemas antrópicos más o menos equilibrados.
Actividades industriales
El rápido desarrollo industrial ha ocasionado profundos desequilibrios ambientales. Los
desechos industriales degradan la calidad del aire, suelo y agua, produciendo alteraciones en
los ecosistemas que afectan la salud humana, la flora, la fauna y los bienes tanto públicos
como privados.
Existen dos tipos de fuentes de contaminación que provienen de la actividad industrial: las
fuentes fijas, que están representadas por los emplazamientos industriales, y las fuentes
móviles, capaces de desplazarse de un lugar a otro.
Fuentes fijas. Actúan sobre todas las áreas de la biosfera y producen emisiones de
humos, polvos, gases, ruido y radiaciones, así como descargas de aguas residuales o
desechos sólidos que afectan por igual el aire, los cuerpos de agua o el suelo.
Se han establecido programas de reubicación industrial como medidas de control,
que sólo han trasladado el problema a otro sitio. Asimismo, se han elaborado censos
industriales, mediciones de niveles de contaminación y se ha exigido a los
industriales cumplir con las normas mínimas de control de emisiones, como pueden
ser la instalación de filtros o de plantas de tratamiento de aguas residuales.
Fuentes móviles. Los autotransportes son los causantes del mayor porcentaje de
contaminación atmosférica en las áreas urbanas de todo el mundo, y también
producen altos niveles de contaminación sonora. Los contaminantes emitidos por
motores de gasolina son principalmente monóxido de carbono e hidrocarburos.
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