El fósforo es un elemento esencial para los seres vivos, ya que forma parte de la estructura
de los ácidos nucleicos, y de las moléculas productoras de energía (ATP).
Es un ejemplo de nutriente sólido que forma parte del suelo; se le encuentra en forma de
fosfatos disueltos en agua, cuyo origen es la corteza terrestre.
Las plantas absorben el fósforo del suelo y lo integran al ADN, ARN y ATP de todas sus
células. Los animales lo obtienen al ingerir vegetales u otros animales. Los restos de
animales y vegetales muertos, así como los materiales de desecho, sufren la acción de
bacterias fosfatizantes, las cuales liberan los fosfatos incorporándolos al suelo.
El agua arrastra la mayoría de los fosfatos del suelo y los conduce a través de ríos, lagos y
mantos freáticos hasta depositarlos en el mar. El fósforo también es consumido por la flora y
la fauna acuáticas.
Las aves marinas recuperan un poco de fosfato depositado en el mar al consumir productos
acuáticos, pero la mayor parte de este elemento no vuelve al ciclo, por lo que prácticamente
todo el fósforo que circula es el producto de nuevas aportaciones del sustrato geológico.
2.3.2. EFECTO DEL AMBIENTE SOBRE LOS SERES VIVOS
El ecosistema se considera la unidad fundamental de organización en ecología, y la
unidad estructural de la ecosfera.
El conjunto de elementos que forman el ecosistema, y que por tanto integran el ambiente
natural, está organizado en los grupos siguientes:
Elementos abióticos. Componen la parte física o inerte de los ecosistemas, tales
como: energía solar, atmósfera, agua, suelo, relieve, sustrato geológico y clima.
Elementos bióticos. Forman la parte viva del sistema ecológico, es decir, plantas,
hongos, protistas, bacterias y animales, incluyendo al hombre.
Todos los elementos del ecosistema interactúan de manera holística, es decir, integral; por
esta razón, no es fácil aislar uno de ellos y cambiarlo sin afectar a los demás.
ELEMENTOS ABIÓTICOS O FÍSICOS
Se considera abiótico aquello que no tiene vida, lo cual es sinónimo de inerte (ya que está
sometido a las leyes físicas de la inercia). En consecuencia, los elementos abióticos del
ecosistema representan la parte física del mismo.
Estos elementos son determinantes del tipo de comunidades que pueden existir en un
sistema ecológico.
ENERGÍA, RADIACIÓN SOLAR Y TEMPERATURA
La fuente de energía que posibilita la vida en la Tierra procede de la radiación solar. Para
conocer su influencia, se debe tomar en cuenta la intensidad o cantidad por unidad de
superficie y por unidad de tiempo; la calidad (o longitud de onda) y la duración o
fotoperiodo. La radiación solar proporciona la energía necesaria para la fotosíntesis y
además constituye la fuente de calor para el ambiente. El calor se manifiesta a través de la
temperatura, o la tendencia de una sustancia a liberar calor. La radiación solar y la
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