se acelera, buscan sus alimentos y en general son más activos; pero sí la temperatura del
cuerpo sube demasiado, buscan los lugares sombreados para enfriarse.
La pérdida de calor de los organismos se realiza de las siguientes formas:
Conducción, siguiendo un gradiente térmico o sea de la piel a un líquido u objeto
más frío mediante contacto directo.
Convección, es decir, por intercambio de calor entre objetos líquidos o sólidos. El
aire que rodea al cuerpo se calienta y se eleva, y es sustituido por aire frío.
Radiación es la transferencia de calor en ausencia de un contacto directo con algún
objeto. La energía radiante es transmitida al espacio, que en este caso es el aire
atmosférico, como porciones discretas de energía electromagnética llamadas fotones.
Evaporación, mediante el aire de la respiración, que se exhala saturado con vapor
de agua; por el jadeo en muchos animales y por medio del sudor, que es la
eliminación de agua por las glándulas sudoríparas de la piel.
Para mantener la temperatura corporal en el frío, la producción del calor metabólico se
puede aumentar mediante mayor actividad muscular y ejercicio, por contracciones
musculares involuntarias conocidas como "tiritar" y por termogénesis no tiritante, que se
refiere a un aumento de la tasa metabólica sin contracciones musculares apreciables.
Estos sistemas permiten aumentar la producción de calor en la misma proporción que se
pierde.
Los mecanismos y la coordinación