Primero, Hechos picantes para la fabricación de símiles, y segundo, Expresiones picantes
a introducir según lo requiera la ocasión. ¡Escriba usted!
Y así lo hice, mientras me dictaba:
—Hechos picantes para símiles. «Al principio sólo hubo tres musas: Melete, Mneme y
Aœde: la Meditación, la Memoria y el Canto». Bien elaborado, este pequeño fragmento
puede ser muy útil. Bien ve usted que no es muy sabido y que da la impresión de recherché.
Tendrá que tener cuidado y presentarlo con un aire franco y natural.
»He aquí otro: “El río Alfeo pasaba por debajo del mar y volvía a salir sin que sus
aguas hubieran perdido su pureza”». Esto es un tanto añejo, pero si se lo aliña y se lo
presenta debidamente parecerá tan fresco como nunca.
»He aquí algo mejor: “El iris de Persia tiene para algunas personas un perfume tal
dulce como penetrante, mientras que otras es completamente inodoro”. ¡Muy bello y cuán
delicado! Déle usted unas vueltas y logrará maravillas. Todavía nos quedan otras cosas en
la sección botánica. Nada es tan útil, sobre todo con ayuda de una pizca de latín. ¡Escriba!
“El Epidendrum Flos aeris de Java produce una hermosísima flor si se arranca la planta de
raíz. Los nativos la cuelgan del techo con una soga y gozan durante años de su fragancia.”
¡Esto es magnífico! Pero basta ya de símiles. Pasemos a las Expresiones picantes: “La
venerable novela china Ju-Kiao-Li”. ¡Excelente! Si intercala usted hábilmente estas pocas
palabras, mostrará su íntimo conocimiento del lenguaje y la literatura china. Con esto podrá
seguir adelante sin necesidad del árabe, el sánscrito o el chickasaw. Pero, en cambio, resulta
imprescindible incluir el español, el italiano, el alemán, el latín y el griego. Le daré una
pequeña muestra de cada uno. Cualquier fragmento servirá, ya que todo depende de su
habilidad para insertarlo en el artículo. ¡Escriba! “Aussi tendre que Zaire”, tan tierna como
Zaira... en francés. Alude a la frecuente repetición de la frase la tendre Zaire, en la tragedia
francesa de ese nombre. Bien ubicada, no sólo mostrará su conocimiento de dicho idioma,
sino sus conocimientos generales y su ingenio. Puede usted decir, por ejemplo, que el pollo
que estaba comiendo (escriba un artículo sobre cómo se ahogó con un hueso de pollo) no
era de ninguna manera aussi tendre que Zaire. ¡Escriba!:
Ven, muerte, tan escondida
Que no te sienta venir
Porque el placer del morir
No me torne a dar la vida.
»Esto es español, y su autor, Miguel de Cervantes. Aproveche para deslizarlo en el
momento en que exhala los últimos estertores del hueso de pollo. ¡Escriba!:
Il pover’uomo che non se n’era accorto
Andava combattendo ed era morto.
»Notará que se trata de italiano. Es obra del Ariosto. Quiere decir que un gran héroe no
se había dado cuenta en el calor del combate de que ya lo habían matado y continuaba
combatiendo valientemente. La aplicación de este fragmento a su propio caso cae de su
peso, pues confío, Miss Psyche, que no dejará usted de seguir vivita y coleando por lo
menos una hora y media después de haberse ahogado mortalmente con el hueso de pollo.
¡Escriba, por favor!: