Mumblethumb recibió no menos de cincuenta centavos por su reciente “Monodia en un
charco de barro”.
»Entre los colaboradores del presente número advertimos (aparte del eminente director
Mr. Crab) a escritores como Snob, Slyass y Mumblethumb. Luego del editorial, lo más
valioso nos parece una gema poética de Snob sobre el “Aceite de Bob”; pero nuestros
lectores no deben suponer por el título de este incomparable bijou que tiene la menor
similitud con ciertos garrapateos sobre el mismo tema, de los cuales es autor cierto
despreciable individuo cuyo nombre no puede mencionarse ante personas delicadas. Este
poema sobre el “Aceite de Bob” ha provocado general curiosidad sobre el verdadero
nombre de aquel que se oculta bajo el seudónimo de “Snob”. Afortunadamente, estamos en
condiciones de satisfacer dicha ansiedad. “Snob” es el nom de plume del señor Thingum
Bob, de esta ciudad, pariente del gran Mr. Thingum (de quien deriva su nombre), y
vinculado con las más ilustres familias del Estado. Su padre, Thomas Bob, Esq., es un
opulento comerciante de Smug. Sep. 15-1 t.»
Esta generosa aprobación me tocó en lo más hondo, especialmente por emanar de una
fuente tan reconocida, tan proverbialmente pura como el Toad. Consideré que la palabra
«garrapateo» aplicada al «Aceite de Bob» del Gad-fly, era notablemente apropiada y
punzante. Sin embargo, las palabras «gema» y bijou referidas a mi composición me
parecieron un tanto débiles. Me daban la impresión de carecer de la fuerza suficiente. No
estaban lo bastante prononcés (como decimos en Francia).
Apenas había terminado de leer el Toad, cuando un amigo me puso en la mano un
ejemplar del Mole, diario que gozaba de gran reputación por la agudeza de su percepción de
las cosas en general y el estilo abierto, honesto y elevado de sus editoriales. El Mole
hablaba del Lollipop como sigue:
«Acabamos de recibir el Lollipop de octubre y debemos decir que jamás la lectura de
una revista nos proporcionó una felicidad tan suprema. Hablamos con conocimiento de
causa. El Hum-Drum, el Rowdy-Dow y el Goosetherumfoodle deberían cuidar sus laureles.
Estos periódicos, sin duda alguna, sobrepujan a cualquiera en la vocinglería de sus
pretensiones, pero para todo el resto que nos den el Lollipop. No llegamos a comprender, en
verdad, cómo esta revista consigue subvenir a sus enormes gastos. Es cierto que tiene una
circulación de 300.000 ejemplares y que su lista de suscriptores ha aumentado al doble en
la última semana; pero, por otra parte, las sumas que desembolsa mensualmente para el
pago de colaboraciones son asombrosamente crecidas. De buena fuente sabemos que Mr.
Fatquack recibió no menos de sesenta y dos centavos y medio por su última narración
familiar “El paño de cocina”.
»Los colaboradores de este número son Mr. Crab (el eminente director), Snob,
Mumblethumb, Fatquack y otros; pero, después de las inimitables composiciones del
director, preferimos la efusión adamantina de la pluma de un poeta naciente que escribe con
el seudónimo de “Snob”, nom de guerre que, lo profetizamos, extinguirá algún día la
radiación del de “Boz”117. Según hemos oído, “Snob” es el señor Thingum Bob, Esq., único
heredero de un acaudalado comerciante de esta ciudad, Thomas Bob, Esq., y pariente
cercano del distinguido Mr. Thingum. El título del admirable poema de Mr. Bob alude al
“Aceite de Bob”, y por cierto que se trata de un desdichado nombre, ya que un despreciable
vagabundo relacionado con la prensa de un penique ha disgustado ya a la ciudad con sus
garrapateos sobre el mismo tópico. No hay peligro, sin embargo, de que ambas
117
«Boz», seudónimo de Charles Dickens. (N. del T.)