El hombre que se gastó
Un relato de la reciente campaña
contra los cocos y los kickapoos
Pleurez, pleurez, mes yeux, et
fondez vous en eau! La moitié de ma
vie a mis l’autre au tombeau.
(CORNEILLE)
No recuerdo ahora dónde o cuándo vi por primera vez a aquel apuesto militar, el
brigadier general honorario John A. B. C. Smith. Sin duda, alguien me presentó a él en
alguna ceremonia pública, ¡naturalmente!, presidida por alguna persona muy importante,
¡claro está!, en un sitio o en otro, ¡por supuesto!, aunque me haya olvidado
inexplicablemente de su nombre. Debo decir que esperé aquella presentación en un estado
de nervios que me impidió formarme una idea bien definida del lugar y del tiempo. Soy
constitucionalmente nervioso; es un def X