muchacha salió de casa de su madre? ¿Por qué es absurdo suponer que el crimen fue
cometido en cualquier momento de ese día? Ha habido asesinatos a todas horas. Pero si el
crimen hubiese tenido lugar en cualquier momento entre las nueve de la mañana del
domingo y un cuarto de hora antes de media noche, siempre habría habido tiempo
suficiente «para arrojar el cuerpo al río antes de media noche». La suposición, pues, se
reduce a esto: el asesinato no fue cometido el día domingo. Pero si permitimos a L’Etoile
suponer eso, bien podemos permitirle todas las libertades. El párrafo que comienza: “Sería
absurdo suponer que el asesino, etcétera”, debió haber sido concebido por el redactor en la
forma siguiente: “Sería absurdo suponer que el asesinato (si se trata de un asesinato) pudo
ser consumado lo bastante pronto para permitir a los perpetradores arrojar el cuerpo al río
antes de media noche; es absurdo, decimos, suponer tal cosa, y a la vez (como estamos
resueltos a suponer) que el cuerpo no fue tirado al río hasta después de medianoche...”
Frase bastante inconsistente en sí, pero no tan ridícula como la impresa.
»Si mi propósito —continuó Dupin— se limitara meramente a impugnar este pasaje del
argumento de L’Etoile, podría dejar la cosa así. Pero no tenemos que habérnoslas con
L’Etoile, sino con la verdad. Tal como aparece, la frase en cuestión sólo tiene un sentido,
pero resulta importantísimo que vayamos más allá de las meras palabras, en busca de la
idea que éstas trataron obviamente de expresar sin conseguirlo. La intención del periodista
era hacer notar que en cualquier momento del día o de la noche del domingo en que se
hubiera cometido el crimen, resultaba improbable que los asesinos hubieran osado
transportar el cuerpo al río antes de media noche. Y es aquí donde reside la suposición
contra la cual me rebelo. Se da por supuesto que el asesinato fue cometido en un lugar y en
tales circunstancias que hacían necesario transportar el cadáver. Ahora bien, el asesinato
pudo producirse a la orilla del río o en el río mismo; vale decir que el acto de arrojar el
cadáver al río pudo ocurrir en cualquier momento del día o de la noche, como la forma de
ocultamiento más inmediata y más obvia. Comprenderá que no sugiero nada de esto como
probable o como coincidente con mi propia opinión. Hasta ahora, mis intenciones no se
refieren a los hechos del caso. Simplemente deseo prevenirlo contra el tono de esa
sugestión de L’Etoile, mostrándole desde un comienzo su carácter.
»Luego de fijar un límite adecuado a sus nociones preconcebidas y de suponer que, de
tratarse del cuerpo de Marie, sólo podría haber permanecido breve tiempo en el agua, el
diario continúa diciendo:
»“Las experiencias han demostrado que los cuerpos de los ahogados o de los arrojados
al agua inmediatamente después de una muerte violenta requieren de seis a diez días para
que la descomposición esté lo bastante avanzada como para devolverlos a la superficie.
Incluso si se dispara un cañonazo sobre el lugar donde hay un cadáver y éste sube a la
superficie antes de una inmersión de cinco o seis días volverá a hundirse si no se lo
amarra”.
»Estas afirmaciones han sido tácitamente aceptadas por todos los diarios de París, con
excepción de Le Moniteur24, Este último se esfuerza por desvirtuar esa parte del párrafo que
se refiere a “los cuerpos de los ahogados”, citando cinco o seis casos en los cuales los
cadáveres de personas ahogadas reaparecieron a flote tras un lapso menor del que sostiene
L’Etoile. Pero Le Moniteur procede de manera muy poco lógica al pretender refutar la
totalidad del argumento de L’Etoile mediante ejemplos particulares que lo contradicen.
Aunque hubiera sido posible aducir cincuenta en vez de cinco ejemplos de cuerpos que se
24
The Commercial Advertiser, de Nueva York, dirigido por el coronel Stone.