Caballo de Troya
J. J. Benítez
por el mundo. Por ellos he vivido entre los hombres y consagrado mi vida a tu servicio, con el
fin de inspirarles para que se purifiquen en la verdad y en el amor que les he mostrado. Bien
sé, Padre mío, que no necesito rogarte que veles por ellos después de mi marcha. Y también sé
que les amas tanto como yo. Hago esto para que comprendan mejor que el Padre ama a los
mortales lo mismo que el Hijo.
»Deseo demostrar fervientemente a mis hermanos terrestres la gloria que disfrutaba a tu
lado antes de la creación de este mundo que se conoce tan poco...
»¡Oh, Padre justo!, pero yo te conozco y te he dado a conocer a estos creyentes, que
divulgarán tu nombre a otras generaciones.
»De momento les prometo que estarás cerca de ellos en el mundo, de la misma manera que
has estado conmigo.
Y levantando sus largos brazos hacia el cielo, concluyó:
Yo soy el pan de la vida... Yo soy el agua viva... Yo soy la luz del mundo... Yo soy el deseo
de todas las edades... Yo soy la puerta abierta a la salvación eterna... Yo soy la realidad de la
vida sin fin... Yo soy el buen pastor... Yo soy el sendero de la perfección infinita... Yo soy la
resurrección y la vida... Yo soy el secreto de la vida eterna... Yo soy el camino, la verdad y la
vida... Yo soy el Padre infinito de mis hijos limitados... Yo soy la verdadera cepa y vosotros, los
sarmientos... Yo soy la esperanza de todos aquellos que conocen la verdad viviente... Yo soy el
puente vivo que une un mundo con otro... Yo soy la unión viva entre el t