del tubo, subía a la superior, y a11í, armado de su carta, abismaba su mirada en el enor-me
cilindro. Esta combinación tiene la ventaja de supri-mir el pequeño espejo destinado a
volver a enviar la ima-gen al ocular. La imagen, en lugar de dos reflexiones, no sufre más
que una. Hay, por consiguiente, un número menor de rayos luminosos extinguidos, por to
que la imagen aparece menos debilitada, y se obtiene mayor claridad, que era una ventaja
preciosa en la observación que debía hacerse.
Tomadas estas resoluciones empezaron los trabajos. Según los cálculos de la dirección del
observatorio de Cambridge, el tubo del nuevo reflector debía tener 280 pies de longitud y
su espejo 16 pies de diámetro. Por co-losal que fuese semejante instrumento, no era
compara-ble a aquel telescopio de 10.000 pies (3 kilómetros y me-dio) de longitud, que el
astrónomo Hooke proponía construir algunos años atrás. A pesar de todo, la coloca-ción del
aparato presentaba grandes dificultades.
En cuanto a la cuestión del sitio, quedó muy pronto resuelta. Tratábase de escoger una
montaña alta, y las montañas altas no son numerosas en los Estados Uni-dos. En efecto, el
sistema orográfico de este gran país se reduce a dos cordilleras de una mediana altura entre
las cuales corre el magnífico Mississippi, que los america-nos llamarían el rey de los ríos si
admitiesen un rey cual
quiera.
Al Este se levantan los Apalaches, cuya cima más elevada, en New Hampshire, no pasa de
5.600 pies, to que es muy modesto.
Al Oeste, al contrario, se encuentran las montañas Rocosas, inmensa cordillera que empieza
en el estrecho de Magallanes, sigue la costa occidental de la América del Sur bajo el
nombre de Andes o Cordillera, salva el istmo de Panamá y corre atravesando la América
del Norte hasta las playas del mar polar.
Estas montañas no son muy elevadas. Los Alpes o el Himalaya las mirarían con el más
soberano desdén des-de to alto de su estatura. Su más elevada cima no tiene más que
10.700 pies, al paso que el Mont Blanc mide 14.430, y el Kanchenjunga, en el Himalaya,
26.776 sobre el nivel del mar.
Pero como el Gun Club estaba empeñado en que el telescopio, lo mismo que el
columbiad, se colocase en los Estados de la Unión, fue preciso contentarse con las
montañas Rocosas, y todo el material necesario se dirigió a la cima de Long's Peak, en el
territorio del Missouri.
La pluma y la palabra no podrían expresar las difi-cultades de todo género que los
ingenieros americanos tuvieron que vencer, y los prodigios que hicieron de ha-bilidad y
audacia. Aquello fue un verdadero esfuerzo so-brehumano. Hubo necesidad de subir
piedras enormes, colosales piezas de fundición, abrazaderas de extraordi-nario peso,
gigantescas piezas cilíndricas, y el objetivo, que pesaba él solo más de 20.000 libras, más
a11á del lími-te de las nieves perpetuas a más de 10.000 pies de altura, después de haber
atravesado praderas desiertas, bosques impenetrables, torrentes espantosos, lejos de todos