Test Drive | Page 76

-No quiero yo decir -respondió don Quijote- que ésta sea aventura del todo, sino principio della; que por aquí se comienzan las aventuras. Pero escucha; que, a lo que parece, templando está un laúd o vigüela, y, según escupe y se desembaraza el pecho, debe de prepararse para cantar algo. -A buena fe que es así -respondió Sancho-, y que debe de ser caballero enamorado. -No hay ninguno de los andantes que no lo sea -dijo don Quijote-. Y escuchémosle; que por el hilo sacaremos el ovillo de sus pensamientos, si es que canta; que de la abundancia del corazón habla la lengua. Replicar quería Sancho a su amo; pero la voz del caballero del Bosque, que no era muy mala ni muy buena, lo estorbó, y estando los dos atentos, oyeron que lo que cantó fue este SONETO -Dadme, señora, un término que siga, conforme a vuestra voluntad cortado; que será de la mía así es timado, que por jamás un punto dél desdiga. Si gustáis que callando mi fatiga muera, contadme ya por acabado: si queréis que os la cuente en desusado modo, haré que el mesmo amor la diga. A prueba de contrarios estoy hecho, de blanda cera y de diamante duro, y a las leyes de amor el alma ajusto. Blando cual es, o fuerte, ofrezco el pecho; entallad o imprimid lo que os dé gusto; Portal Educativo EducaCYL http://www.educa.jcyl.es