–¡Ea, ministros de esta casa, altos y bajos, grandes y chicos, acudid unos tras otros y sellad el rostro
de Sancho con veinte y cuatro mamonas, y doce pellizcos y seis alfilerazos [en] brazos y lomos, que
en esta ceremonia consiste la salud de Altisidora!
Oyendo lo cual Sancho Panza, rompió el silencio, y dijo:
–¡Voto a tal, así me deje yo sellar el rostro ni manosearme la cara como volverme moro! ¡Cuerpo de
mí! ¿Qué tiene que ver manosearme el rostro con la resurreción desta doncella? Regostóse la vieja a
los bledos. Encantan a Dulcinea, y azótanme
para que se desencante; muérese Altisidora de males VRF