Volvieron a subir don Quijote y Sancho; con el mismo aplauso y música llegaron a la casa de su guía,
que era grande y principal, en fin, como de caballero rico; donde le dejaremos por agora, porque así
lo quiere Cide Hamete.
CAPÍTULO 62: Que trata de la aventura de la cabeza encantada, con otras niñerías que no pueden
dejar de contarse
Don Antonio Moreno se llamaba el huésped de don Quijote, caballero rico y discreto, y amigo de
holgarse a lo honesto y afable, el cual, viendo en su casa a don Quijote, andaba buscando modos
como, sin su perjuicio, sacase a plaza sus locuras; porque no son burlas las que duelen, ni hay
pasatiempos que valgan si son con daño de tercero. Lo primero que hizo fue hacer desarmar a don
Quijote y sacarle a vistas con aquel su estrecho y acamuzado vestido –como ya otras veces le hemos
descrito y pintado– a un balcón que salía a una calle de las más principales de la ciudad, a vista de
las gentes y de los muchachos, que como a mona le miraban. Corrieron de nuevo delante dél los de
las libreas, como si para él solo, no para alegrar aquel