Llegaron, en esto, los escuderos de la presa, trayendo consigo dos caballeros a caballo, y dos
peregrinos a pie, y un coche de mujeres con hasta seis criados, que a pie y a caballo las
acompañaban, con otros dos mozos de mulas que los caballeros traían. Cogiéronlos los escuderos en
medio, guardando vencidos y vencedores gran silencio, esperando a que el gran Roque Guinart
hablase, el cual preguntó a los caballeros que quién eran y adónde iban, y qué dinero llevaban. Uno
dellos le respondió:
–Señor, nosotros somos dos capitanes de infantería española; tenemos nuestras compañías en
Nápoles y vamos a embarcarnos en cuatro galeras, que dicen están en Barcelona con orden de pasar
a Sicilia; llevamos hasta docientos o trecientos escudos, con que, a nuestro parecer, vamos ricos y
contentos, pu W2