cocía el pan, como suele decirse, a la duquesa hasta leer su carta, y abriéndola y leído para sí, y
viendo que la podía leer en voz alta para que el duque y los circunstantes la oyesen, leyó desta
manera:
Carta de Teresa Panza a la Duquesa
Mucho contento me dio, señora mía, la carta que vuesa grandeza me escribió, que en verdad que la
tenía bien deseada. La sarta de corales es muy buena, y el vestido de caza de mi marido no le va en
zaga. De que vuestra señoría haya hecho gobernador a Sancho, mi consorte, ha recebido mucho
gusto todo este lugar, puesto que no hay quien lo crea, principalmente el cura, y mase Nicolás el
barbero, y Sansón Carrasco el bachiller; pero a mí no se me da nada; que, como ello sea así, como lo
es, diga cada uno lo que quisiere; aunque, si va a decir verdad, a no