EL LÁSER, LA LUZ DE NUESTRO TIEMPO
Gracias a la propiedad de coherencia del láser, podemos registrar
la fase del objeto en el holograma.
Para la grabación, el haz láser se divide en dos, iluminando uno de ellos
el objeto, cuya luz interfiere con el
otro —haz de referencia— sobre la
película sensible a la luz, que almacena dicha interferencia. Este esquema no es el único que existe, ya
que se pueden registrar hologramas
en reflexión, transmisión, etc.
Para poder recuperar el objeto
grabado, hay que iluminar el holograma con el mismo haz utilizado
como referencia. Entonces, debido
al efecto del mapa de interferencia
almacenado en el holograma, dicho
haz produce otro nuevo, conocido
como haz objeto reconstruido, que
es precisamente el haz objeto que se
tenía a la hora de grabar el holograma. Gracias a que el holograma
Figura 6.8. Esquema de reconstrucción de un
almacena tanto amplitud como fase
holograma.
del objeto, podemos observarlo en
tres dimensiones. En realidad, el objeto reconstruido es virtual, es decir, no está físicamente, sino que se trata de luz
proveniente del holograma que parece que procede del objeto. Es similar a la
imagen de un objeto en un espejo, que es virtual, ya que realmente no hay un
objeto al otro lado.
Entonces, ¿por qué vemos el objeto en tres dimensiones? Los granos de
plata de la película del holograma responden a la luz, almacenando la información de la interferencia de la luz del objeto con la luz del láser de referencia.
Al iluminar de nuevo con el láser de referencia esa película, que tiene codificada toda la información del objeto, la luz se desvía en múltiples direcciones
imitando a la luz que venía del objeto. Así, podemos ver distintas imágenes del
objeto que nos darán la percepción de las tres dimensiones.
Pero, ¿tiene algo que ver con el cine en tres dimensiones? La respuesta
es sí, en parte. En ambos casos se explica por la visión binocular o estereoscópica que poseemos los humanos y que W26&7FW,: