Test Drive | Page 31

EL LÁSER, LA LUZ DE NUESTRO TIEMPO de longitudes de onda mucho mejor definido. El problema es parecido al de los instrumentos de música, en los que no se desea emitir cualquier sonido, sino una serie de frecuencias muy precisas que identificamos como notas musicales. Esto viene facilitado por la caja de resonancia, cuyo papel es potenciar las longitudes de onda particulares de las notas, extraídas del espectro más amplio del sonido generado, por ejemplo, por la percusión en una cuerda de piano. La forma y dimensiones de la caja están diseñadas milimétricamente para que sus paredes vibren en respuesta sólo a estas frecuencias, mientras que se mantienen prácticamente insensibles al resto. De hecho, el mismo fundamento explica por qué es tan popular cantar en la ducha. La mampara del baño impone unas condiciones estrictas a las ondas de sonido, de forma que aunque emitamos una desagradable distribución de frecuencias, se seleccionan únicamente un conjunto ordenado de longitudes de onda, que se traduce en una mejora sensible de la calidad de nuestra voz. L A S O C A N A M L A A S L A S O Figura 2.8. Modos longitudinales en una cavidad, donde se puede observar que el campo eléctrico es cero en los espejos. En los láseres, la caja de resonancia corresponde a una cavidad cerrada por dos espejos enfrentados. El campo electromagnético debe anularse en un espejo perfecto. Esto implica que dentro de la cavidad sólo pueden existir ondas del campo electromagnético que se anulan en las paredes y, por tanto, establece una selección de longitudes de onda. La frecuencia f de la radiación resonante con la cavidad debe verificar la relación f=Nc/(2L), donde N es un número entero, c es la velocidad de la luz y L es la longitud de la cavidad (distancia entre espejos). Las frecuencias que satisfacen dicha relación, para distintos valores de N, se conocen como modos longitudinales de la cavidad. C A N M A A L S A 33