CAPÍTULO 2: ¿QUÉ ES UN LÁSER?
de bombeo no es suficiente para producir la luz láser. Esto se debe a que, en
primer lugar, deseamos un control muy estricto de la longitud de onda y, en segundo lugar, requerimos una fuente de luz brillante, es decir mucho más intensa
de lo que conseguiríamos amplificando el campo en una sola pasada a través
del medio activo. Ambas condiciones se obtienen adoptando una solución extremadamente sencilla: colocar el medio activo en el interior de una cavidad
formada por dos espejos. Por supuesto, uno de los espejos debe ser parcialmente reflectante, capturando la mayor parte de la radiación en el interior de
la cavidad, pero al mismo tiempo dejando que una pequeña fracción pueda
salir al exterior formando el haz láser.
La luz emitida y amplificada en el medio activo posee una cierta anchura
espectral, en general, mucho mayor de la que deseamos que emita nuestro
láser. Esto se debe a que, en la realidad, los niveles de energía de los átomos
nunca se encuentran exactamente definidos. Por tanto, la emisión estimulada
no se produce a una única frecuencia, sino en un pequeño rango en torno a la
frecuencia de la transición ideal. En consecuencia, el poder amplificador del
medio, conocido como curva de ganancia, tiene forma acampanada, siendo
máximo para la frecuencia de la transición ideal y decreciendo a medida que
nos alejamos de ella. Para muchas aplicaciones, la anchura espectral de la emisión del medio activo es demasiado grande para que la radiación amplificada
pueda considerarse monocromática. Sin embargo, si introducimos el medio activo en una cavidad, ésta es capaz de seleccionar la radiación en un intervalo
L
A
S
O
C A
N
A
M
L A
A
S
L
A
S
O
C A
N
M A
A
L
S A
Figura 2.7. Elementos de un láser: medio activo (barra de rubí de color rosa), bombeo (lámpara de
flash) y cavidad.
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