Test Drive | Page 21

PALABRAS CONVOCADAS 21 H. G. Oesterheld: Microrrelatos otras vaya a saber dónde se nos colocan, quizás en el alma, en el corazón, en el inconsciente… Desde ese instante y para siempre nos poseen haciéndonos creer que no tenemos más remedio que utilizarlas, y lo hacemos todo el tiempo para todo, nos parece que no hay nada que podamos hacer sin las palabras, ni siquiera respirar porque cuando respiramos la palabra respirar ya está ahí desde antes y seguirá ahí cuando ya no estemos. Así que no me miren así cuando digo que la culpa fue de las palabras, porque es verdad. Cuando Martín, después de tantos años de yo estar deseándolo, de hacer lo imposible para motivarlo, para darle coraje, finalmente me dijo TE QUIERO… Las palabras que me habitan se retobaron o se asustaron o dudaron o no supieron que hacer y simplemente se ocultaron en mis ojos, y Martín… Martín es maravilloso pero no sabe escuchar las palabras de los ojos… Se ofendió, y se fue. AMOR Desnudos, se hacen el amor delante de la chimenea. El resplandor de las llamas les caldea la piel, los cuerpos son un solo, rítmico latido. Un solo, rítmico latido cada vez más pujante. Por fin, el paroxismo. Agotados, los tres cuerpos se desenroscan lentamente, las antenas se separan. Las llamas se multiplican en las escamas triangulares. GENESIS “Y el hombre creó a Dios a su imagen y semejanza. Y hubo amor, y placer, y virtud en el mundo. Y los días fueron largos, demasiado largos. Entonces el hombre creó al Demonio, a su imagen y semejanza. Y hubo así amor y odio en el mundo, placer y dolor, virtud y pecado. Y los días fueron cortos, muy cortos. Y fue bueno vivir”