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20 PALABRAS CONVOCADAS Malditas palabras De Ana Cuevas Unamuno ¡La culpa la tuvieron las palabras! No, no me miren así… Es muy importante lo que les estoy contando. ¡Muy cierto! Ah, ya veo… Ustedes son de los que creen que las palabras son maravillosas, necesarias, que son las que construyen la comunicación entre las personas, las que permiten crear ideas, las que sirven de puentes… Sí, los estoy viendo. Ustedes son de los que creen que poseen las palabras, que ellas son de su propiedad propia… Lamento desilusionarlos. ¡Están equivocados! Nadie posee a las palabras, es al revés, las palabras nos poseen. Somos nosotros propiedad de las palabras. ¿No me creen? ¡Já!... Es fácil demostrarlo. No terminamos de nacer cuando ya aparece una palabra al acecho para ataparnos. No importa si la palabra es Pedro, María, Nena, Machito…da igual, cualquiera sea ya está, nos definió y con esa carga vivimos hasta el final de nuestros días, hagamos lo que hagamos. A partir de entonces esa palabra convoca a sus secuaces y una tras otra viene hacia nosotros para conquistar el nuevo espacio recién nacido. Y no se trata solo del acoso de palabras sueltas, no… lo peor es que ellas comienzan a entrelazarse armando frases, y las frases tejen las tramas con las que nos van envolviendo. Tramas que nos describen, que nos identifican, tramas que nos delimitan. Sí, ¡sí! que nos delimitan, porque eso