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da una pauta de sus objetivos y búsquedas.
Podemos mencionar aquí como ejemplos a el Club
de Abuelos Narradores de Mar del Plata, nacido en
1984; el Club de Narradores (desde 1993) del
Departamento de la Mediana y Tercera Edad de la
Universidad Nacional de Entre Ríos; o el programa
Abuelos y abuelas cuentacuentos de la Fundación
Mempo Giardinelli (Resistencia, Chaco) con
desarrollo en muchas ciudades del país.
En formato muy cercano (por similitudes en
edad, género, clases social), existen Grupos de
narradores, que muchas veces se nuclean
alrededor de bibliotecas o centros culturales. Una
conjugación de habilidades naturales, fuerte
deseo personal y sentido de pertenencia colectiva
Natalia Porta
López coordina
a nivel nacional
el programa de
la Fundación
Giardinelli
mantiene reunidos estos grupos que suelen
desarrollar gran capacidad de organización, y
continuidad en presentaciones en ciclos que
organizan. Algunos ejemplos son el Grupo de
narradores de la Biblioteca Sarmiento (Bariloche)
Muy parecidos en el resultado, pero con origen
distinto (aunque a veces sean de origen mixto),
son los grupos que se forman a partir de algunos
docentes. Los alumnos actuales o egresados elijen
ser parte de un colectivo de trabajo, donde
pueden disponer de un entorno amigable para
presentar o experimentar con trabajos, y poner a
prueba las herramientas adquiridas, con la mirada
cercana del maestro narrador. La continuidad
cíclica de presentaciones permite la presentación
de muchos de sus integrantes. Muchas veces,
cuentistas que ya están buscando caminos
individuales, siguen formando parte de estos
grupos, por afinidad con sus integrantes y ex
maestros. Un ejemplo de continuidad es el grupo
“El Sur narra” que funciona desde hace 10 años