-Es un ángel.
-¿Y Gloria?
-También.
-¿Y yo?
-Bueno, a veces..., tomas mis cosas, pero eres muy bueno.
-¿Y Lalá?
-Pega muy fuerte, pero es buena. Un día me va a coser mi corbata de
moño.
-¿Y Jandira?
-Jandira tiene ese modo... pero no es mala.
-¿Y mamá?
-Mamá es muy buena; cuando me pega lo hace con pena y despacito.
-¿Y papá?
-¡Ah, él no sé! Nunca tiene suerte. Creo que debe haber sido como yo,
el malo de la familia.
-¡Entonces! Todos son buenos en la familia. ¿Y por qué el Niño Jesús
no es bueno con nosotros? Vete a la casa del doctor Faulhaber y mira el
tamaño de la mesa llena de cosas. Lo mismo en la casa de los Villas-Boas.
Y en la del doctor Adaucto Luz, ni hablar...
Por primera vez vi que Totoca estaba casi llorando.
-Por eso creo que el Niño Jesús quiso nacer pobre sólo para exhibirse.
Después El vio que solamente los ricos servían. . . Pero no hablemos más
de eso. Hasta puede ser que lo que diga sea un pecado muy grande.
Se quedó tan abatido que no quiso conversar más. Ni siquiera quería
levantar los ojos del cuerpo del caballo que pulía.
***
Fue una comida tan triste que ni daba ganas de pensar. Todo el mundo
comió en silencio, y papá apenas probó un poco de "rabanada". Ni siquiera
había querido afeitarse. Tampoco habían ido a la Misa del Gallo. Lo peor era
que nadie hablaba nada con nadie. Más parecía el velorio del Niño Jesús
que su nacimiento.
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