-Me desperté cuando él gritaba "asesino"... Hablaba de matar,
destrozar, cortar ... Mi Dios, ¿cuándo acabará todo esto?
Pero unos pocos días después acabó. Estaba condenado a vivir, vivir.
Una mañana, Gloria entró, radiante. Estaba sentado en la cama y miraba la
vida con una tristeza que dolía.
-Mira, Zezé.
En sus manos había una florcita blanca.
-La primera flor de Minguito. Pronto será un naranjo adulto y comenzará
a dar naranjas.
Me quedé acariciando entre mis dedos la flor blanquita. No lloraría más
por cualquier cosa. Aunque Minguito estuviera intentando decirme adiós con
aquella flor; partía del mundo de mis sueños hacia el mundo de mi realidad y
mi dolor.
-Ahora vamos a tomar un "mingauzinho"* y dar unas vueltas por la casa,
como hiciste ayer. ¡Vamos!
*De "mingan", una especie de puré que se hace con harina de trigo bien
mezclada con leche o agua, bastante liquido. "(N. de la T.)
Entonces el rey Luis se subió a mi cama. Ahora siempre dejaban que
estuviese cerca de mí. Al comienzo no querían que se impresionara.
-¡Zezé!...
-¿Qué, mi reyecito?
Y en verdad, él era el único rey. Los otros, los de oro, de copas, bastos
o espadas eran apenas figuras sucias por los dedos de quienes jugaban. Y
el otro, él, ni siquiera había llegado a ser realmente un rey.
-Zezé, te quiero mucho.
-Yo también quiero a mi hermanito.
-¿Quieres hoy jugar conmigo?
-Hoy juego contigo, sí. ¿Qué quieres hacer?
-Quiero ir al Jardín Zoológico, FW7\: