Test Drive | Page 125

-¿Estás hablando en serio? Entonces se dio cuenta de mi turbación. -Tontito, eso va a tardar mucho. Tal vez nunca suceda en mi vida. -¿Y yo? Con lo que me costó que fueses como quería. Mis ojos estaban cobardemente llenos de lágrimas. -Pero tú debes admitir que a veces la gente también tiene el derecho de soñar. -Es que no me pusiste en tu sueño. Sonrió, encantado. -En todos mis sueños, Portuga, te pongo. Cuando salgo por las verdes campiñas, con Tom Mix y Fred Thompson, alquilé una diligencia para que viajes en ella y no te canses mucho. Vas a todos los rincones a los que voy yo. De vez en cuando, en la clase, miro hacia la puerta y pienso que llegas y me saludas con la mano... -¡Santo Dios! Nunca vi una almita tan sedienta de ternura como tú. Pero no debías apegarte tanto a mí, ¿sabes? Y es