Test Drive | Page 116

-Hay un lugar muy lindo. Llevaremos alguna cosa para comer. ¿Qué es lo que más te gusta? -Tú, Portuga. -Hablo de salame, huevos, bananas... -Me gusta todo. En casa se aprende a que le guste todo lo que tiene y cuando tiene. -Entonces, ¿vamos? -Ni voy a dormir pensando en eso. Pero había un grave problema circundando la felicidad. -¿Y qué vas a decir para poder alejarte de tu casa todo un día? -Invento cualquier cosa. -¿Y si después te descubren? -Hasta fin de mes no pueden pegarme. Se lo prometieron a Gloria, y Gloria es una fiera. Es la única gata barcina que se parece a mí. -¿Verdad? -Sí. Solamente me podrán golpear después de un mes, cuando me "recupere". Encendió el motor y recomenzó la marcha de regreso. -¿Quiere decir que de aquello no se habla más? -Aquello ¿qué cosa? -Lo del Mangarativa. -Voy a demorar un tiempo más para hacer eso. -Me parece bien. Después supe, por don Ladislao, que a pesar de mi promesa el Portuga regresó a su casa luego que el Mangarativa pasó de regreso. Bien entrada la noche. *** Habíamos viajado por lindos caminos. La carretera no era ancha ni asfaltada, ni empedrada; pero, en compensación, los árboles y los pastos eran una belleza. Y eso para no hablar del sol y del cielo alegre, tan azul. 116