Test Drive | Page 11

-¿Y cuándo es pasado mañana? -El viernes. -Y el viernes ¿no vas a querer traerme un "Rayo de Luna", del centro? -Vamos despacio, Zezé. ¿Qué es un "Rayo de Luna"? -Es el caballito blanco que vi en el cine. Su dueño es Fred Thompson. Es un caballo amaestrado. -¿Quieres que te traiga un caballito de ruedas? -No. Quiero ese que tiene cabeza de madera con riendas. Que la gente le pone un cabo y sale corriendo. Necesito entrenarme porque voy a trabajar después en el cine. Continuó riéndose. -Comprendo. Y si te lo traigo ¿qué gano yo? -Te doy una cosa. -¿Un beso? -No me gustan mucho los besos. -¿Un abrazo? Lo miré con mucha pena. Mi pajarito de adentro me dijo una cosa. Y fui recordando otras que había escuchado muchas veces. . . Tío Edmundo estaba separado de la mujer y tenía cinco hijos. . . Vivía tan solo y caminaba tan despacio, tan despacito. . . ¿Quién sabe si no caminaba despacio porque tenía nostalgia de sus hijos? Ellos nunca venían a visitarlo. Rodeé la mesa y apreté con fuerza su cuello. Sentí su pelo blanco rozar mi frente con mucha suavidad. -Esto no es por el caballito. Lo que voy a hacer es otra cosa. Voy a leer. -Pero, ¿tú sabes leer, Zezé? ¿Qué cuento es ése? ¿Quién te enseñó? -Nadie. -No me mientas. Me alejé y le comenté desde la puerta: -¡Tráeme mi caballito el viernes y vas a ver si leo o no!. . . 11