Test Drive | Page 105

-¡Sal de aquí, cobarde! -¿No escuchaste lo que estaba insultando? -El no estaba haciendo nada. Ustedes lo provocaron. Cuando yo salí, estaba quietecito haciendo su globo. Ustedes no tienen corazón. ¿Cómo se le puede pegar así a un hermano? Y mientras me limpiaba la sangre, escupí en la palangana un pedazo de diente. ¡Aquello echó fuego al volcán! -¡Mira lo que hiciste, sinvergüenza! Cuando quieres pelear tienes miedo y lo llamas a él. ¡Cobardón! Con nueve años y todavía meando la cama. Voy a mostrarle a todo el mundo tu colchón y tus pantalones mojados, que andas escondiendo en el cajón todas las mañanas. Después echó a todo el mundo afuera del dormitorio y atrancó la puerta. Encendió la luz porque ya la noche era completa. Me sacó la camisa y fue lavando las manchas y las heridas de mi cuerpo. -¿Te duele, Gum? -Esta vez está doliendo mucho. -Voy a hacerlo despacito, mi diablito querido. Pero necesito que te quedes de espaldas un rato para secarte; si no la ropa se te va a pegar y va a dolerte. Pero lo que más me dolía era la cara. Dolía de dolor y rabia ante tanta maldad sin motivo. Después que las cosas mejoraron, ella se acostó a mi lado