Ya iba a enojarme. ¡Ladrón de porquería! ¡Caro, cuando todo el mundo
vendía cinco figuritas y tres bolitas por lo que yo estaba pidiendo! Iba a
guardar todo en el bolsillo.
-Espera. ¿Puedo elegir?
-¿Cuánto tienes?
-Trescientos réis. Puedo gastar hasta doscientos.
-Bueno, te doy seis bolitas y doce fotos.
***
Entré volando en el negocio de "Miseria y Hambre".
Nadie recordaba ya "aquella escena". Solo estaba don Orlando,
conversando junto al