Aun así, qué hacer? Se puede hacer algo? Hay que insistir en innovar
los pases, otros pasajes, inventar otros dispositivos que permitan dar
cuenta de la experiencia del análisis y que no pase por un papel, un
título…. Qué hacer para poder transmitir que ser Lacaniano, Freudiano,
Kleiniano, no te hace psicoanalista. Transformarse en psicoanalista es
independiente de la escuela o institución, es un acto individual ,
singular que se realiza en la soledad. Cómo diferenciar la institución ,
la actividad de esa institución de la función de psicoanalista?
Las cartas están echadas. El tema no está claro y no lo está porque por
más que se hable de esta necesidad ética de estar en análisis para
acceder a practicar el psicoanálisis, pocos lo llevamos realmente a
cabo, y alrededor, en las instituciones, en los grupos, entre colegas,
vamos sintiendo los vientos de un mar, que anuncia, que testifica muy
poco análisis entre los mismos analistas.
Cerraría con una cita de Marcelo Pasternac e. n un artículo de él
llamado “La Confusión de Babel” en Me Cayó el Veinte No. 3.
Una de las ideas rectoras de este texto es su preocupación por la
existencia de una exagerada heterogeneidad al de un sectarismo
pedante, hermético y fundamentalista. en dicho desfiladero
desaparece la singularidad, parafraseando a Lacan, menciona “el único
psicoanálisis aplicado es el que se aplica en la experiencia
psicoanalítica singular. El psicoanálisis no dice todo de todo, es solo
una experiencia de palabra.. Y yo cerraría diciendo que además de la
singularidad, de la importancia del caso por caso, el psicoanálisis es
una ciencia de la conjetura y de lo contingente. No es un saber
acabado, sino abierto, agujereado en el que de repente escapa lo que
se quiere transmitir y solo queda un resto”.
San Miguel Xicalco, D.F., a 4 de abril del 2014.
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