postulación teórica de un aparato que debe articular un conglomerado complejo de
elementos para dar cuenta de lo que parece estar más en juego en aquellas afasias más
simples y más frecuentes: las parafasias.
Para los fines de este breve escrito podemos acotar los elementos a los que nos abre ésta
investigación en ciernes:
a.- A lo largo de su obra Freud prosigue con la construcción de estos esquemas, siendo más
frecuentes en esta primera época intitulada como “prepsicoanalítica”. En cuanto a la
dimensión de la total de su obra y de la multiplicidad de problemáticas abiertas en el campo
de la disciplina y de sus fronteras, los esquemas figurativos son cada vez más escasos. Sin
embargo, estos primeros inician introduciendo un elemento esencial para comprender y
dilucidar el funcionamiento de la palabra en su relación con el objeto, así como de la
construcción de un aparato psíquico virtual, y lo más importante en su obra: la postulación
de un inconsciente.
Así los esquemas encontrados en la correspondencia Freud-Fliesb: En el Manuscrito G
de enero de 1895 denominado el “Esquema Sexual” (1886-1899, p. 239); en la denominada
Carta 52 (1886-1899, p. 274) en el Manuscrito M (1886-1899, p. 293); el Proyecto de
Psicología(1886-1899, p. 358, 360, 369, 402); y más posteriormente en el capítulo siete de
la Interpretación de los sueños(1900, p. 531,532, 534), entran en una serie de figuraciones
necesarias para integrar de forma significativa sus descubrimientos con sus consecuencias
teóricas. Es claro que ya en esta última obra referida, la concepción del inconsciente y su
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