Una fruta, un animal doméstico, pueden ser objetos de observación que a través de
un examen sensorial proporcionarán datos concretos. En la escuela estos objetos
son examinados sensorialmente. En primer lugar, se trabaja la observación. Con los
ojos cerrados o vendados se profundizan en sus cualidades: se palpan, se pesan,
se huelen, si es posible se saborean. Luego se miran. A veces se parte de los
objetos embalados para pasar después a un examen atento de éstos al descubierto.
Se tiene presente siempre que las mejores observaciones son aquellas que parten
de una intervención plurisensorial, de ahí la estrategia de no centrarse únicamente
en la vista que es el órgano más cotidianamente utilizado. Con la observación,
basada en la percepción y la sensación, los alumnos adquieren el reconocimiento
de las cualidades sensoriales de los objetos y se introducen, progresivamente, con
el cálculo y la medida, en las nociones de peso, longitud, capacidad, volumen, es
decir, en una evaluación cuantitativa. Las unidades de superficie utilizadas por los
más pequeños pueden ser, según ellos mismos convengan, la mano, el brazo, la
envergadura del cuerpo, el largo de un pupitre, etc. La representación de estas
medidas sobre un papel dará paso a otro tipo de medida más simbólica y, poco a
poco, se pasará a usar otras abstractas y universales. Mediante la asociación se
realizan ejercicios de comparación de los objetivos (y más tarde de los sucesos)
según unos criterios establecidos previamente, por ejemplo, mediante diferencias y
semejanzas (o más adelante en relación al tiempo y al espacio).
En el proceso de asociación se relacionan los conocimientos adquiridos
previamente en la observación para ordenar, comparar, seriar, tipificar, abstraer,
generalizar. Los resultados de la observación y asociación se nos muestran en las
cajas y paneles clasificadores de las clases. A medida que avanza el curso escolar
las clases se van llenando con los objetos y materiales de ocasión aportados y
trabajados por los escolares, y nos aparecen como pequeños museos llenos de
vida. La observación y la asociación están estrechamente interrelacionadas con la
expresión concreta y la expresión abstracta. Sería impensable trabajar la
observación sin el lenguaje oral. La observación y asociación permiten al escolar
ampliar y afinar su vocabulario. Precisamente, en la Escuela Decroly con la ayuda