Handel, George Frideric 702
de un año escribiendo música orquestal y de cámara, pero regresó a Londres en octubre de 1712.
Durante tres años Handel vivió en la casa de lord Burlington en Piccadilly. En la temporada de 1712-1713 escribió Il pastor fido, que fue un fracaso, no así Teseo, basada en la trama de Thésée de Lully, que corrió con mejor suerte. En ese tiempo Handel cultivó sus relaciones al margen de la casa de la ópera: su gran Te Deum and Jubilate, compuesto para celebrar el Tratado de Utrecht de 1713, así como la Ode for Queen Anne’ s Birthday, contribuyeron a consolidar su buena relación con la corte inglesa y con la reina quien le otorgó una pensión de 200 libras esterlinas.
A la muerte de la reina Ana en 1714, ascendió al trono Jorge de Hanover, el patrono de Handel. Parece poco probable la leyenda que cuenta que Handel escribió Water Music como compensación por su prolongada estancia fuera de Hanover( fue estrenada en una serenata real sobre el río Támesis en julio de 1717). De hecho, Jorge duplicó la pensión de Handel, misma que después aumentó al designarlo como maestro de música de los infantes reales. Para la temporada de 1714-1715 se repuso Rinaldo y Handel compuso Amadigi. Si bien es probable que Handel haya hecho una breve visita a Alemania en 1716, al parecer regresó a Londres en enero de 1717 para las reposiciones de Rinaldo y Amadigi. Su situación económica durante sus primeros años de estancia en Londres sin duda fue próspera, ya que invirtió 500 libras esterlinas en la South Sea Company.
La vida profesional operística de Handel se vio interrumpida durante un tiempo y no compuso nada nuevo en el género sino hasta 1720; pasó esos años en Cannons, cerca de Edgware, como compositor residente del conde de Carnarvon( duque de Chandos a partir de 1719). Allí compuso los anthems de Chandos, que demuestran su capacidad para crear sonoridades espléndidas con recursos pequeños, así como dos masques inglesas, Acis and Galatea( 1718), y la primera versión de Esther(? 1718).
Ópera En 1718 y 1719, en un esfuerzo por elevar el nivel de la ópera italiana en Londres, algunos miembros de la nobleza respaldados por el rey formaron un sindicato operístico sobre bases estrictamente comerciales, conocido como Royal Academy of Music. Handel fue nombrado director musical y de inmediato partió a Düsseldorf y Dresde para contratar cantantes. La academia abrió sus puertas en abril de 1720 y durante nueve temporadas presentó tanto óperas nuevas como reposiciones. Existía cierta rivalidad entre los compositores residentes, entre los que estaban
Bononcini y Ariosti; Bononcini fue particularmente exitoso entre 1720 y 1722. La academia fue un importante estímulo para que Handel escribiera una serie de obras maestras. Su primer trabajo para la Academy, Radamisto( 1720), si bien no fue de sus mejores obras, se presentó con precios de taquilla astronómicamente elevados; obras posteriores como Giulio Cesare y Tamerlano( las dos de 1724) y Rodelinda( 1725) fueron escritas para un elenco sorprendente que incluía al célebre castrato Senesino, a Giuseppe Boschi y a Francesca Cuzzoni.
Estudios recientes han revelado que Handel fue un maestro de la técnica dramática dentro de las restricciones estilísticas de la opera seria italiana. Aunque sus óperas siguen la estructura convencional de recitativos y arias intercalados con pocos conjuntos instrumentales o movimientos orquestales, el sutil manejo de la forma musical teje un firme soporte para la acción dramática, mientras que la integración de sus caracterizaciones, reforzadas por una gran expresión emotiva, control tonal y diversidad de orquestación, trasciende los límites del género. El rango musical que abarca es sorprendente, desde canciones simples con ritmos de danza hasta movimientos brillantes de tipo concierto.
La contratación de cantantes estelares, uno de los ases de la baraja de la Royal Academy, paradójicamente fue uno de los motivos de su decadencia y subsecuente colapso; los elevados salarios provocaron dificultades económicas y las constantes discusiones triviales suscitadas al interior debilitaron por completo la empresa. El gran éxito de The * Beggar’ s Opera( 1728) de Gay tampoco ayudó a su salvación. En la temporada de 1727-1728, además de dos óperas nuevas, Handel presentó una ópera patriótica, Riccardo primo( 1727), que coincidió con el ascenso del rey al trono; sin embargo, al término de esa temporada la compañía cerró definitivamente sus puertas y se desintegró. Esta situación no mermó la situación económica ni lastimó la reputación de Handel quien, nombrado compositor de la Chapel Royal desde 1723, aún contaba con el apoyo de la corte. Sus cuatro anthems para la coronación de Jorge II se cuentan entre sus contribuciones más conocidas al ceremonial de la realeza inglesa. En 1727 le fue otorgada la nacionalidad inglesa.
En 1729, Handel estableció una nueva compañía en el King’ s Theatre junto con Johann Heidegger, anterior administrador de la Royal Academy, y juntos viajaron al extranjero para la contratación de cantantes. Las primeras óperas de Handel para la nueva empresa, Lotario y Partenope, no tuvieron éxito; por otra parte, reposiciones de antiguas favoritas, como Giulio Cesare y Scipione, se intercalaron con óperas nuevas como Poro( 1731), Ezio y Sosarme( las