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la tapa superior, adornada con una * rosa decorativa. Estas rosas no se tallaban en celosía sobre la tapa superior como en el laúd, sino que consistían en elaborados trabajos de incrustación, formando un mosaico de diseños geométricos mediante pequeñísimas piezas de madera pegadas a la base. La guitarra de cuatro cuerdas era llamada guiterne en Francia y en Inglaterra se conocía como * gittern, aunque no tenían relación con el instrumento medieval del mismo nombre que contaba con dos aberturas de sonido en forma de efe. Instrumentos similares al gittern, incluso de menor tamaño, aunque con trastes de metal y una sola abertura de sonido, todavía sobreviven en muchas partes del mundo bajo nombres distintos como * cavaquinho, * charango, cuatro, machête, tiple y * ukulele.
Han sobrevivido muchos modelos de guitarras de cinco órdenes de cuerdas, las mismas que retrataron en sus pinturas Vermeer y otros pintores. Aunque su uso data de finales del siglo XV, este instrumento suele denominarse guitarra barroca. Era considerablemente más largo que la guitarra de cuatro órdenes, de caja más profunda y, en lugar de una tapa inferior plana normal, la guitarra de cinco cuerdas tenía una tapa trasera ligeramente arqueada hacia afuera, formada por varias tiras de madera( la Fig. 1a muestra un esquema característico de su forma). La quinta cuerda estaba en la región de los graves. Este instrumento fue completamente desplazado por la guitarra de seis cuerdas.
a b c
Fig. 1.
2. Guitarra clásica de seis cuerdas o guitarra española La guitarra adquirió una sexta cuerda a finales del siglo XVIII y, para comienzos del siglo XIX, la mayoría de los constructores había abandonado el encordado doble o triple de antaño para adoptar el modelo moderno de seis cuerdas sencillas. Al mismo tiempo, los trastes movibles de tripa fueron reemplazados por trastes fijos en el diapasón, hechos con materiales como marfil, ébano o metal; asimismo, se aumentó el número de trastes alargando el diapasón sobre la tapa superior, con lo cual se amplió el registro del instrumento hacia la región aguda. Alrededor de la misma época, las caderas de la caja se ensancharon y, quizá con el fin de contrarrestar el tono grave como consecuencia del agrandamiento, la rosa decorativa se eliminó para dejar la abertura circular del instrumento actual; la boquilla actual que decora el borde de la abertura de sonido es un vestigio del elaborado trabajo de incrustación de la rosa antigua. El esquema de una típica guitarra de comienzos del siglo XIX se muestra en la Fig. 1b.
En España, a comienzos del siglo XIX, José Pagés reemplazó las viejas tiras horizontales del interior por un abanico de tiras que mejoró considerablemente la resonancia del instrumento. Hacia 1870, Antonio de Torres Jurado perfeccionó el instrumento al aumentar considerablemente su tamaño, en particular las caderas de la caja, con lo cual consolidó la forma de la guitarra española o“ clásica”( véase la Fig. 1c). El repertorio moderno para guitarra solista se escribió para este tipo de instrumento. La guitarra flamenca del sur de España es similar, pero más ligera, de acción más baja( las cuerdas están más cercanas al diapasón), y por lo general conserva las antiguas clavijas de madera en lugar de la maquinaria moderna de engranes.
3. Guitarras, variantes e híbridos con cuerdas de metal La chitarra battente o guitarra de plectro( pulsada con un plectro o una púa) de los siglos XVII y XVIII comparte muchas características con la * mandolina napolitana, instrumento que aparció unos años después. Igual que la mandolina, tenía cuerdas de metal extendidas hasta el final de la caja de instrumento, en ocasiones cuerdas triples, un puente movible, trastes metálicos fijos y caja ancha y arqueada, cuya tapa trasera en ocasiones se curvaba desde el puente hasta la parte baja del instrumento. Varios instrumentos de este tipo siguen usándose en el sur de Italia y en Portugal.
A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX apareció una gran variedad de guitarras híbridas. Algunas sólo variaban en la apariencia, como la guitarra de lira que consistía en una caja con forma de lira y un mástil de guitarra entre dos largos brazos que corrían hasta la cabeza( véase GUITARRA DE LIRA); pero también había variantes más radicales, como el arpa laúd, que contaba con un mayor número de cuerdas graves( véase
ARPA LAÚD). También había un grupo de instrumentos que en la actualidad se consideran posibles descendientes del