Teoría Diccionario Oxford De La Música A - K | Page 497

La Edad Media

Terminología y definición La duración del periodo denominado“ Edad Media” ha sido objeto de largos debates y su validez incluso ha sido cuestionada. El concepto puede rastrearse desde los tiempos del humanista italiano Petrarca( 1304-1374), quien concibió el resurgimiento clásico de su época como un nuevo amanecer y al periodo intermedio entre éste y el eclipse de la antigüedad clásica como una era de oscuridad. Poco después, los términos media aetas y media tempestas se utilizaron para denominar este periodo intermedio, y para el siglo VIII las expresiones middle age o middle ages se empleaban en los escritos ingleses sobre música, como en History( 1776-1789) de Charles Burney. Burney y su contemporáneo John Hawkins fueron de los primeros autores que trataron extensamente la música de la Edad Media y la terminología que emplearon se volvió de uso común.
El periodo que abarca el término“ medieval” ha variado dependiendo de los puntos de vista de los diferentes autores. La idea de considerarlo como un término paralelo al desarrollo de la música litúrgica anterior a las reformas del siglo XVI( católica y protestante), sugeriría que su inicio se remonta al siglo IV y su fin a mediados del siglo XVI. Es posible que esto se haya hecho para privilegiar un aspecto de la historia musical, pasando por alto indiscriminadamente los amplios movimientos culturales desarrollados a lo largo de esos siglos, como serían el paulatino debilitamiento de la cultura antigua entre los siglos IV y VII y el humanismo de los siglos XIV y XV. No obstante, si tomamos en cuenta que los movimientos culturales extensos no tienen fechas precisas, el periodo arbitrario de un milenio entre los años 500 y 1500 parecería tan útil como cualquier otro. Muchos historiadores musicales podrían basarse en diferentes aspectos para establecer un periodo más corto, pero la falta de una documentación musical sustancial anterior a c. 900 no constituye en sí un motivo suficiente para establecer esa fecha como punto de inicio. Por otra parte, el hecho de que los ideales humanistas del
“ Renacimiento” sean sólo de importancia indirecta para los estilos musicales, limita su utilidad como factores para determinar la duración de una época.
La mayoría de los escritores, en todo caso, se conforma con saber que existe un periodo histórico para la música medieval y todo elemento de discrepancia sobre el término se ha abandonado desde hace mucho tiempo. Pero aún así, existe sin duda una“ otredad”( utilizando el término de Christopher Page) de la música europea anterior a 1500 que requiere reconocerse y describirse, aun cuando el grado de otredad varíe dependiendo de la experiencia y la receptividad del oyente. Esto sigue vigente a pesar de la inmensa cantidad de buenas interpretaciones que existen en la actualidad, grabadas y en vivo, sin despreciar la constante expansión del repertorio“ canónico” de música del pasado reconocido en las obras maestras de Josquin des Prez, Dufay e incluso Machaut.
La música litúrgica Una muy buena razón para dar prioridad a la música litúrgica es la abundante documentación que se tiene de ella en comparación con la hoy denominada música secular. Esto se debe en parte a que al comienzo de la Edad Media el alfabetismo era una prerrogativa de la Iglesia, incluyendo no sólo a clérigos de todos los rangos sino a muchos monjes y monjas no ordenadas. Ellos escribieron tanto la música secular como la sacra, incluso desde los inicios de la notación, pero siempre la música secular era en menor cantidad y, lamentablemente, en su mayor parte es indescifrable en la actualidad. En una etapa posterior, el repertorio vernáculo y principalmente secular de los trovadores, los troveros y sus sucesores fue escrito por escribanos tanto clericales como laicos.
Bajo su primera forma registrada, el canto llano, es decir la música monofónica de la Iglesia occidental, varía de la simplicidad hasta una complejidad extrema. Es lógico suponer que los elementos más simples sean los más anti-