adornos y ornamentación 42
tante virtuoso. C. P. E. Bach, por ejemplo( Versuch, 1753), sostenía que la ornamentación era indispensable:
Relacionan las notas y les dan vida … Hacen sobresalir la expresión … Los adornos contribuyen al refinamiento de la interpretación y dan significado al carácter de la música. Hacen tolerables las composiciones mediocres y, sin ellos, la mejor de las melodías se opaca, es vacua y carente de significado. [ No obstante ], el ejecutante deberá cuidarse de no incurrir en excesos, considerando los adornos como ingredientes que pueden arruinar un platillo gustoso.
La ornamentación sirve para variar el material musical repetido, sean secciones completas o pasajes más cortos. Se distinguen dos categorías generales: adornos pequeños u“ ornamentos” agregados a notas solas, denominados“ simples”; y adornos más extensos o decoraciones floridas agregadas a pasajes completos, denominados“ compuestos” en los que la melodía original es embellecida a tal grado que puede ser difícil o imposible de distinguir. La segunda categoría era del dominio casi exclusivo del intérprete virtuoso, aunque suelen encontrarse reseñas de embellecimientos de mal gusto a cargo de músicos aficionados. Las cadenzas se prestaron de manera particular al embellecimiento, de donde evolucionó la * cadenza solista( compuesta o ad libitum). Las agrupaciones corales e instrumentales con más de un intérprete por cada voz tendieron a la ornamentación escueta, agregando adornos ocasionales solamente cuando la coordinación del conjunto lo permitía.
Durante el siglo XVI la ornamentación se dejaba principalmente a la habilidad del intérprete para improvisar, pero en los siglos XVII y XVIII esta libertad se limitó en muchos niveles mediante indicaciones de notación más precisas y específicas. Los compositores del siglo XIX definieron más aún sus intenciones; algunos no esperaban ni toleraban cambio alguno en el material escrito, aunque muchos intérpretes célebres acostumbraban pasar por alto este criterio. Algunos desarrollos posteriores fueron la adopción de signos específicos para los adornos más frecuentes, como apoyaturas, mordentes, glissandos, trinos y grupetos. Algunos signos empleados desde el siglo XV prevalecieron de manera significativa hacia finales del siglo XVII. Los compositores franceses, en particular, clasificaron una cantidad enorme de adornos( agréments) con sus signos correspondientes; muchos de ellos se siguen usando en la actualidad, aunque generalmente con ligeras modificaciones de interpretación.
Los signos de ornamentación están bien documentados. Dos puntos respecto a su interpretación deben tenerse en mente. Primero, a lo largo de los siglos no ha prevalecido una práctica única en la aplicación de los adornos, ni siquiera al interior de un mismo país; los trinos, por ejemplo, han tenido muchos signos distintos y, de igual manera, el trino simple tuvo interpretaciones diferentes. El contexto interpretativo( tanto la fecha como el lugar) de un adorno dado deberá tomarse en cuenta. Segundo, incluso cuando exista una definición aparentemente definitiva, el gusto personal juega un papel importante. A este respecto, el pensamiento de Montéclair( Principes de musique, 1736) es significativo:“ Es prácticamente imposible plasmar por escrito la manera de ejecutar estos adornos pues ni siquiera la demostración en vivo de un maestro experimentado basta para entenderlo”.
Las inconsistencias que presentan los documentos de una misma época han sido motivo de controversia. Las ediciones modernas pueden proporcionar consejos valiosos, pero la responsabilidad de una elección, después de la consulta de las fuentes disponibles, depende por entero del intérprete.
2. Hasta 1600 La documentación anterior al siglo XVI sobre la ornamentación improvisada es escasa. Es posible que el canto llano se haya desarrollado en cierto modo a través del embellecimiento de las líneas melódicas simples originales; un ejemplo factible serían los melismas extáticos de * jubilus en algunos aleluyas. Los trovadores del siglo XII seguramente recurrieron a ornamentos en la decoración de la línea instrumental que doblaba la melodía principal en * heterofonía. El embellecimiento de la música polifónica era sin duda un asunto mucho más complejo, pues las funciones armónicas no podían pasarse por alto. No obstante, Hieronymus de Moravia, teórico de finales del siglo XIII, afirmaba que la ornamentación es adecuada para todo tipo de música. Hay testimonios que indican su uso, bajo determinadas circunstancias, por parte de compositores como Machaut, Dufay y Josquin, entre otros. El desarrollo gradual de la práctica alcanzó su máxima expresión hacia finales del siglo XVI.
Los tratados que proliferaron durante este periodo daban consejos sobre los estilos ornamentales simples y compuestos( disminuciones o passagi). Los dos adornos más importantes fueron el trémolo( una especie de medio trino sobre la nota principal) y el groppo o gruppo(“ grupo”, trino cadencial completo con un“ turn”