Teoría Diccionario Oxford De La Música A - K | Page 33

37 acústica arquitectónica
energía incidente, parte de la cual será absorbida si se colocan entrepaños o revestimientos blandos, materiales porosos, tejidos o biombos plegables. En la práctica, los materiales absorbentes discriminan frecuencias, por lo que un buen diseño acústico dependerá de la colocación cuidadosa de materiales aislantes para controlar la equitativa reflexión de las frecuencias graves, medias y agudas.
2. Efectos direccionales Las fuentes sonoras pueden ser direccionales o no direccionales, dependiendo de la relación entre sus dimensiones físicas y las longitudes de onda de los sonidos emitidos( véase ACÚSTICA, 10). Las superficies reflejantes, sin importar su forma y tamaño, comparten estas características de direccionalidad y por lo tanto pueden modificar la difusión de los sonidos en un recinto, es decir, son útiles no sólo para discriminar frecuencias sino también para irradiar bandas de frecuencias definidas, tanto uniformes como direccionales. Las superficies curvas son esenciales, siendo las convexas las más útiles porque dispersan los sonidos y ayudan a crear condiciones auditivas uniformes. En las superficies cóncavas los sonidos se reflejan sobre sí mismos, generando ecos y puntos muertos.
Dos ejemplos de superficies cóncavas que debe evitarse son los domos y los techos abovedados. El Royal Albert Hall de Londres es un desafortunado ejemplo arquitectónico que combina la forma ovalada del recinto con un alto techo abovedado, lo cual provoca que se reflejen los sonidos en puntos específicos del espacio auditivo. Las constantes protestas que hubo durante años por los ecos y rebotes del recinto suscitaron la instalación de varias estructuras o plafones con forma de“ plato volador” suspendidas del inmenso domo. La superficie inferior del plafón es convexa y disipa las ondas sonoras que viajan hacia arriba, mientras que en la parte superior, un revestimiento de material absorbente atrapa todos los sonidos que libran los plafones y rebotan del techo contra el plafón. De la misma manera, artesones, nichos y otras formas arquitectónicas deben ser de grandes proporciones para que su efecto dispersor atrape la mayor parte del espectro de frecuencias sonoras.
3. Reverberación A pesar de que el escucha recibe el sonido directo junto con una especie de“ cauda” formada por incontables ondas reflejadas, el oído común no percibe estos ecos como sonidos separados, pues el sistema auditivo
( véase OÍDO Y AUDICIÓN) no alcanza a discriminar los sonidos que se repiten con separación de un vigésimo de segundo y los integra en uno solo. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que las paredes paralelas pueden producir“ ecos vibrantes”.
El efecto de prolongación del sonido se conoce como“ reverberación”. Para lograr una difusión sonora uniforme es preferible que el sonido disminuya gradualmente, para lo cual se requiere un diseño acústico adecuado. El tiempo que un sonido tarda en volverse inaudible se denomina“ tiempo de reverberación”( técnicamente, es el tiempo que tarda en disminuir a una millonésima parte de su valor original, es decir a-60 dB). El tiempo de reverberación se incrementa de manera directamente proporcional a las dimensiones del espacio cerrado – cuanto mayor sea la distancia, más larga será la disminución del sonido –, pero se reduce con materiales absorbentes. El público también amortigua la energía sonora de manera bastante eficaz, por lo que una sala sin público es más reverberante que estando llena. Para reducir esta diferencia, las butacas de las salas de concierto modernas se diseñan para que absorban aproximadamente la misma cantidad de sonido estando ocupadas o vacías.
4. Diseños para una buena acústica Para conferencias, el criterio principal que debe regir en el diseño acústico es un volumen adecuado con alto grado de inteligibilidad. Esto significa un tiempo de reverberación corto; sin embargo, una acústica demasiado seca carecerá de la reflexión necesaria para que el sonido alcance un buen nivel de volumen en los lugares más alejados del estrado. Es importante considerar la forma del recinto y la disposición de las butacas; un piso en pendiente o escalonado ayudará al público de las filas finales a tener una mejor vista de los oradores en el estrado y a escucharlos con mayor claridad.
Para la música deben tomarse en cuenta condiciones acústicas adicionales, pues el diseño acústico tiene tanto de arte como de ciencia. A partir de un análisis de salas con“ buena acústica”, Leo L. Beranek menciona 18 puntos de criterio de calidad en su libro Music, Acoustics and Architecture( Música, acústica y arquitectura). A lo largo de la historia, el crecimiento de las orquestas ha obligado a la construcción de salas de concierto más grandes. De tal manera, para la música barroca y de cámara, el tiempo de reverberación adecuado debe ser menor menor de 1.5 segundos; para la música clásica de aproximadamente 1.7 segundos y para la