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Rusia en el siglo XIX tuvo una rica tradición dentro del género de la canción. Todos los compositores de mayor o menor importancia compusieron canciones, desde Glinka y Dargomïzhski hasta Musorgski, Chaikovski y Rajmaninov. La russkaya pesnya( canción rusa), tendencia importante derivada de las teorías“ realistas” que ocuparon a los pensadores rusos del siglo XIX, tomó su inspiración de la canción popular y de los patrones del lenguaje hablado. Por otra parte, un estilo igualmente significativo se desprendió de la admiración por Francia, arraigando con éxito en suelo ruso el * romance francés bajo la categoría de romans. Musorgski, el más destacado de los compositores“ realistas”, compuso alrededor de 60 canciones, muchas de ellas con textos propios, como el ciclo La guardería( 1868-1872), y otras con poesía de amistades como Arseni Golenishchev-Kutuzov en los ciclos Sin sol( 1874) y Canciones y danzas de la muerte( 1877).
Chaikovski cultivó el género romans con alrededor de 90 canciones que encierran su refinada vena melódica y su capacidad para abarcar expresiones de ternura, melancolía y soledad, como en“ En medio del revuelo del baile”, del op. 38( 1878). Entre sus contemporáneos, Borodin, Cui y Rimski-Korsakov escribieron excelentes canciones, no obstante, su sucesor más sólido fue Rajmaninov, con una producción de canciones refinadas que reflejan tanto su temperamento introspectivo y melancólico como su virtuosismo pianístico. En las fronteras occidentales de Rusia, el compositor de canciones más importante fue Dvořák, con ciclos magníficos como Melodías gitanas op. 55( 1880). El desarrollo de la canción en Polonia recayó casi exclusivamente en Moniuszko.
En Noruega, Grieg desplegó encanto y frescura en algunas de sus canciones; destacan las que tienen texto en lengua noruega, como“ Un cisne” del op. 25( 1876) y el ciclo Haugtussa( op. 67, 1895). Sibelius compuso alrededor de 90 canciones, sin embargo, el compositor de canciones más destacado de Finladia fue quizá Yrjö Kilpinen, con más de 700 canciones con textos en finlandés, sueco y alemán.
El siglo XX Muchas de las canciones de Schoenberg fueron compuestas antes de comenzar el nuevo siglo, pero en su producción de madurez destacan Das Buch der hängenden Gärten op. 15( con textos de Stefan George, 1908-1909) y algunas canciones orquestales. Prácticamente todas las canciones de Berg fueron compuestas también en su juventud, mientras que la producción de Webern abarca todos los periodos de su vida, con canciones que extendieron las posibilidades de la línea vocal mediante una nueva concepción melódica trazada a partir de saltos interválicos largos y difíciles de entonar. Las canciones de Hindemith, su contemporáneo, incluyen un ciclo sobre Rainer Maria Rilke, Das Marienleben( op. 27, 1922-1923). En Francia, un sucesor distinguido dentro de la línea evolutiva de la mélodie fue Poulenc, con muchas canciones que demuestran ingenio, elegancia y su pensamiento más introspectivo y contemplativo.
Los compositores de canciones rusos más distinguidos del siglo fueron Medtner, dentro de la tradición decimonónica consolidada por Rajmaninov hasta antes de su partida a Occidente empujado por la Revolución, y de manera más radical Shostakovich, cuyas canciones sobre textos de Pushkin, Aleksandr Blok y Marina Tsvetaieva, entre otros, revelan su naturaleza lírica y el ingenio lóbrego y mordaz característico de su música. En Checoslovaquia, una contribución original e impactante al género fue el ciclo de canciones de Janáček Diario de un desaparecido( 1917-1920); en Hungría, Bartók compuso una abundante cantidad de canciones, la mayoría basadas o derivadas de sus exhaustivas investigaciones sobre el carácter de la música popular y folclórica húngara. En los Estados Unidos, si bien Copland compuso excelentes canciones, el género se ha desarrollado principalmente dentro del lenguaje popular donde la tradición cultivada anteriormente por Stephen Foster tuvo continuidad con autores como Cole Porter, Jerome Kern y, en particular, Gershwin, quien contribuyera con canciones memorables dentro de una tradición musical basada en lenguajes como el jazz, el blues y el musical de Broadway.
A pesar de que vivió hasta 1958, Vaughan Williams, como compositor de canciones, pertenece más a la tradición del siglo XIX que a la del nuevo siglo, contribuyendo con canciones como Silent Noon; también colaboró con Cecil Sharp en la recopilación de canciones populares que ejercieron fuerte influencia en su estilo. Su amigo y contemporáneo, Holst, reflejó influencias del pensamiento hindú en sus Hymns from the Rig Veda, pero su aportación más impactante al género corresponde a una época posterior con las canciones basadas en Humbert Wolfe( 12 canciones, op. 48, 1929). Otros compositores que contribuyeron a la canción inglesa en la entreguerra fueron Ireland, Quilter, Warlock, Bridge, Finzi y Gurney; sin embargo, los dos compositores de canciones ingleses más