Bruckner, Anton 234
posteriores, la compensa ampliamente con su inquebrantable grandeza. La“ insolencia” está quizá especialmente en el manejo de la forma sinfónica y el desarrollo del material temático: se percibe una confianza que no tenía en la algo incierta pero prometedora Sinfonía en fa menor( 1863). Con esta Sinfonía en do menor Bruckner le señaló al mundo musical que él era una fuerza que debía ser tomada en cuenta.
La Sinfonía no.“ 0” en re menor fue escrita en 1869( es decir, después de la no. 1) durante el primer año de Bruckner en Viena. Se la mostró al director musical de la corte, Otto Dessoff, a principios de la década de 1870 y la perpleja reacción de Dessoff –“¿ Entonces, dónde está el tema principal?”– fue quizá una de las razones por las cuales Bruckner dejó de lado la obra y“ la nulificó” cuando organizó sus manuscritos en 1895. Si bien la sinfonía hace uso de ideas de las obras del periodo 1860- 1868, en particular las misas en mi menor y fa menor, de las cuales hay referencias temáticas en el primer y segundo movimientos, su principio y la acelerada actividad de corcheas en el Scherzo apunta claramente a obras posteriores, especialmente a la Sinfonía no. 3.
La Sinfonía no. 2 en do menor( 1871-1872) marca un avance significativo en el pensamiento sinfónico de Bruckner. Existe una relación motívico-temática mucho más estrecha dentro y entre los movimientos. El poco tiempo que transcurrió entre la gestación de la obra y la primera ejecución de la Misa en fa menor en Viena en junio de 1872, se evidencia por las citas de la última en el movimiento lento y en el finale de la sinfonía. Entre su primera ejecución en octubre de 1873 y su publicación en 1892, Bruckner hizo varios cortes y alteraciones en la orquestación, aunque éstos no fueron tan importantes como los que le hizo a algunas de sus sinfonías posteriores.
Bruckner dedicó su Sinfonía no. 3 en re menor( 1873) a Wagner, a quien se la mostró en su visita a Bayreuth. Se sometió a una serie de revisiones tanto antes como después de la ejecución de su segunda versión en Viena en diciembre de 1877( incorporadas en la primera edición de 1879) y la ejecución de la tercera versión en Viena en diciembre de 1890( incorporadas en la segunda edición de ese mismo año). Por ejemplo, cuando la revisó en 1876-1877, retuvo la mayoría de sus propias citas pero con el tiempo eliminó todas excepto una de las citas de Wagner de la versión original. Sin embargo, aún comprende una profusión de material temático en el primer movimiento que se equipara a la prodigalidad de la invención schubertiana en el movimiento lento.
Una de las inspiraciones más logradas de Bruckner se da en el segundo grupo temático del movimiento final: combinación de un tema de tipo polca en las cuerdas con un coral en los metales.
La Sinfonía no. 4 en mi bemol( 1874), al igual que su predecesora, fue profundamente alterada en los años subsecuentes. Los cambios más significativos fueron un nuevo Scherzo que se agregó en diciembre de 1878, un segundo movimiento final llamado“ Volksfest”, escrito a finales del verano de 1878 y un tercero compuesto en 1879-1880; esencialmente para enderezar la estructura y aligerar la textura, se hicieron otros cambios antes de la impresión de la primera edición en septiembre de 1889. El primer movimiento ya tiene desde la versión original el famoso inicio atmosférico con un llamado de corno sobre cuerdas tremolando.
Las grandes habilidades contrapuntísticas de Bruckner se ponen de manifiesto durante toda la Sinfonía no. 5 en si bemol( 1875-1878), una obra de proporciones épicas. En el finale combina elementos de la forma sonata y la fuga. No conforme con usar sus dos principales temas de fuga en doble contrapunto, en un momento reintroduce el tema principal del primer movimiento y lleva la obra a una conclusión brillante al combinar los tres temas en un contrapunto triple. En contraste, la Sinfonía no. 6 en la( 1879-1881) es mucho más compacta estructuralmente, pero no muestra una disminución correspondiente en la abundancia de invención temática. De los tres grupos temáticos( que ahora son de uso común) en el primer movimiento, el primero es particularmente rico en términos motívicos. El segundo movimiento, Adagio, es una joya dentro de los movimientos lentos de Bruckner.
Desde el tema expansivo para violonchelos y violas al principio mismo, la Sinfonía no. 7 en mi( 1881-1883) nos introduce a un mundo sonoro nuevo aún más rico. Las cuatro tubas de Wagner le proporcionan un timbre distintivo y brindan nobleza al cierre del Adagio, que es esencialmente una larga elegía por Wagner. El plan tonal de este movimiento es también uno de los mejores de Bruckner. La Sinfonía no. 8 en do menor( 1884-1887, rev. 1889-1890) representa al Bruckner esencial: grandes oleadas climáticas, un grandioso vuelo melódico, especialmente en el movimiento lento cuyas conmovedoras armonías agridulces nos remiten a Schubert así como presagian a Mahler y la sólida maestría contrapuntística, particularmente en la coda del movimiento final, en la que los temas de distintas partes de la obra se combinan de una manera magnífica.